Por Yoyo Malagón
Madrid.- El Real Madrid sirve para todo. Incluso sirve para que el gran rival lo utilice para motivar a los suyos, para venderse ante la afición como víctima o para echarle los medios arriba por cosas que pasan en el fútbol y en las que ellos -los rivales- ven una mano negra -o blanca- detrás.
En el partido entre el Real Madrid y el Almería, los blancos remontaron en el segundo tiempo un 0-2 en contra, con tres decisiones arbitrales en las que intervino el VAR y las hizo caer hacia los blancos. En la sala de videoarbitraje estaba Alejandro Hernández Hernández, uno de los jueces de campo con los que peor le ha ido al equipo capitalino en toda su historia y hacia quien enfiló sus cañones Real Madrid Televisión.
Tras el partido, la totalidad de los medios españoles y de medio mundo se volcaron a acusar al equipo de Florentino Pérez, cual si en lugar de un club que hace las cosas como tiene que hacerlas, se tratara del cártel de Pablo Escobar. Desde Barcelona comenzaron los chillidos, lo mismo del presidente que del entrenador, y de cuanto periodista apareció en cualquier medio.
El mismo mandatario que ponía cara larga cada vez que le metían un ‘papazo’ a su equipo y que dejaba entrever que tenía a Rafa Márquez listo para sustituir a Xavi Hernández, habla ahora de que no podrá ganar La Liga porque está amañada. Y el entrenador recuerda que lo advirtió desde la misma primera jornada y aquel empate en Getafe.
Hay una diferencia entre el Madrid y el Barcelona. El Madrid es un club señor, con un caballero como entrenador y un presidente al que respetan en medio mundo. El Barcelona tiene al frente al que le cuadruplicó el pago a José María Enríquez Negreira, el que fuera vicepresidente del Comité Técnico Arbitral (CTA) y por lo cual está imputado el club y el mandatario.
Sin embargo, el propio Joan Laporta sale a hablar de amañar competición, de presiones sobre los árbitros, y a culpar al Real Madrid. En mi vida he visto tanta desvergüenza alrededor de una persona, de unos hechos, aunque entiendo los motivos por los cuales lo hace.
El Barcelona no ganará ni la Liga ni la Champions, y es muy probable que tampoco la Copa del Rey. Se irá sin títulos, a pesar de haber hecho importantes fichajes para la presente temporada, seguirá en el punto de mira de la justicia española por la compra del vicepresidente del CTA, y encima de eso no se terminan de aclarar las maniobras entre el presidente blaugrana y el de La Liga, el ahora silencioso Javier Tebas, para permitir la inscripción de jugadores.
Van a salir cositas, algunas de ellas más apestosas que la caca de los niños, y Laporta quiere curarse en salud y nada mejor que culpar al acérrimo rival, al enemigo, aunque el enemigo, con aquello de la Superliga, intente salvarlo. Esa historia se me parece a lo de Cuba con Estados Unidos, el bloqueo y todas esas tonterías de la dictadura, solo que Laporta es mucho más ladino e inteligente que Díaz-Canel. Eso sí, este tiene más chivatos.
La razón va con el Real Madrid. Incluso en eso de usar su televisión para hablar de los árbitros, porque el canal es suyo, no como el Barcelona que vendió el propio para fichar a Koundé. Allá ellos.