Por Ulises Toirac
La Habana.- Difícilmente alguien utilice la palabra «artista» para referirse o dirigirse a mí. Las que usan… Bue… Ustedes mismos lo saben. Pa qué entrar en esa gaveta. Y ahora no se pongan «que síiii que eres artista». Pónganse mejor pa lo otro, voy pa ustedes:
De alguna manera todos somos artistas. Unos más, otros menos, unos de bien, otros de mal. El «artistaje» es inherente al ser humano. Y hay algunos(as) con unas áreas de experto, que te cagas. La definición reza: «el artista es el que produce, crea, desarrolla obras de arte» y es tan abstracto como amplio.
¿Qué se considera arte? ¿Arreglar almendrones? Pudiera ser, cuántos hay que le dicen «el artista del cubo ocho». ¿El que sabe ligar mujeres? A cuántos no conoces del que murmuran «el tipo es un artista pa levantar jevas»… ¿qué me cuentan de los orgasmos femeninos? ¿eeehhh?
Pero en el hipotálamo uno va grabando en la medida que desarrolla «moropo», qué es arte como para hablar con propiedad al referirse a alguien y considerarlo «artista».
En mi personalísimo criterio es una persona con la sensibilidad suficiente como para volcar en obras de arte (y aquí me refiero exactamente a las Bellas Artes: música, danza, pintura, escritura…) los sentimientos, pasiones, esperanzas, objetivos, formas de ver la vida, miedos, tabúes… de su época y su gente.
Usted escucha una canción y… » bánagana, coño, ese soy yo carajo» o «mierda, así me siento (o quisiera sentir)». Lee una novela y… «ñoo… me mató esa trama (personaje, suceso)»… Y así…
Obviamente, para eso, el artista se armó de una técnica (y tiene un talento) que le permiten transmitir con éxito lo que quiere transmitir. Un artista es en resumen, una caja de resonancia.
Y su trabajo, mientras más trascienda en el tiempo, mientras más importe al desarrollo del ser humano y/o ayude a comprender su época… Lo hace más artista. Artista es Charles Chaplin, no Cuco la Tranca del Humor.
¿Me entendiste?
