Por Gretell Lobelle
Mantilla.- Fue día hermoso. Agradecí abrazar las energías auténticas y puras que solo los niños pueden ofrecer. Su risa y algarabía siempre me transportan a la niña que fui, que todavía me habita.
Tuve la oportunidad de compartir el espacio de Nayla Oliva en «La Comarca» proyecto que va tejiendo importantes hilos en una comunidad periférica en mi humilde y olvidada Mantilla.
La iniciativa de Nayla para realizar actividades destinadas a los niños de la comunidad es verdaderamente hermosa y de un valor extraordinario. Sorprendida de la amabilidad y aceptación de los pequeños.
Vivimos prejuicios con relación a las infancias que resta muchísimo de su potencial. Los niños solo necesitan atención y amor. Olvidamos que el agradecimiento y la aceptación en un niño va por la conexión, la atención y el respeto que ofrece un adulto. Los niños necesitan ser y sentirse cuidados y ya.
Juguetes hechos con sus propias manos, palabras y valores trasmitidos en dinámicas de juegos, integración de todos a pesar de las diferencias de edades y solo la pretención de regalarle en esta Mantilla nuestra, un poquito de felicidad.
Gracias mujer, con el deseo de repetir y hacer. En esta aventura tuya, me apunto totalmente.
