Redacción Deportiva
Madrid.- Rafael Nadal siempre nos hace soñar en grande, pero a veces la realidad nos baja a la tierra y esto sucedió este viernes ante el australiano Jordan Thompson, quien lo derrotó en el torneo de Brisbane por 5-7, 7-6 (8-6) y 6-3.
Nadal ganó el primer set, muy peleado por cierto, y tuvo opciones de imponerse en el segundo en el tie break, pero en esa manga aparecieron los primeros problemas físicos para el español, que terminó cediendo por 6-8 en la muerte súbita.
En el tercero necesitó de asistencia cuando iba 1-4 debajo y poco más pudo hacer después, en tanto se veían sus gestos contrariados, porque al menos esperaba jugar una ronda más en el torneo que marcaba su debut tras casi un año de ausencia de las pistas.
Al final, esas ausencias prolongadas le pasaron la cuenta al mallorquín, que tiene como gran meta estar en forma para Roland Garros, pero que pretende jugar al mejor nivel posible en el Abierto de Australia, que arrancará en unos días en las pistas de Melbourne Park.
La derrota ante Thompson es solo un contratiempo más, algo que tal vez estaba previsto, pero que no deja de doler a seguidores y cuerpo técnico, que vieron con muy buenos ojos como el exnúmero uno del mundo avanzó con facilidad durante las dos primeras rondas de Brisbane.
Lo más importante ahora es saber el alcance de las molestias de Nadal, y si incidirán o no en su preparación para el abierto de Australia.
