EL DIABLO Y LA BRIGADA CONRADO BENÍTEZ

ARCHIVOSEL DIABLO Y LA BRIGADA CONRADO BENÍTEZ
Por Esteban Fernández Roig Jr.
Miami.- Mi situación era precaria, acosado, expulsado del Instituto, con pocos amigos, detenido arbitrariamente a cada instante, había pasado de ser un muchacho normal a ser un paria en mi propia tierra. Un proscripto.
Las alternativas que me presentaban eran odiosas y denigrantes : cárcel o vestirme de miliciano, incorporarme a un Comité de Defensa, ser chivato, gritar “Paredón” y “Viva Fidel”.
Pero hubo un instante en que siento que el Diablo maquiavélicamente me tienta, se me posa al lado y claramente lo escucho decir: “Oye, te brindo una salida, no es necesario ser gusano ni ser un esbirro”.
Salgo de la «Dulcería Quintero», voy al «Café de Bencito» y miro hacia el parque central. Veo a cuatro o cinco camiones atestados de jóvenes. Están uniformados, pero no son los atuendos detestables de las milicias. Son miembros de la Brigada Conrado Benítez.
No iban a matar ni a fusilar, supuestamente iban a alfabetizar, a impartirles conocimientos a los campesinos que no habían tenido ni tan siquiera una educación rudimentaria. Una mágica ratonera, una trampa bien atractiva.
Hasta la opción de salir momentáneamente de Güines me lució atractiva y atrayente.
Me parecía sentir al Demonio diciéndome: “Sólo tienes que dar unos pasos, vete a inscribirte, diles que quieres ir a los campos de Cuba a ilustrar a los guajiros, ponte ese bello uniforme, sube a un camión y apretújate con las alfabetizadoras…
En mi mente sentí su grito: “¡Si no lo haces ahora te pudrirás en La Cabaña o en el mejor de los casos, serás un desterrado por el resto de tus días!”
Me parecía como que Lucifer me empujaba a montarme en el último vagón del tren revolucionario que iba a toda velocidad arrollando a los que se les presentaban en el camino.
Pero Dios me iluminó, el Espíritu Santo me protegió, decidí mantenerme en frente del tranvía fidelista para que me pasara por encima, y escogí seguir pasando el sacrifico de todos los contrarrevolucionarios en un país plagado de H.P. y testaferros.
Fui perseguido, maltratado y exilado. Pero Satanás se cogió el trasero con la puerta, porque no sucumbí a su tentación. HUBO MUCHAS PERSONAS QUE DE BUENA FE CAYERON EN ESE CEPO. Yo no.
Al final de la jornada, creo que hice bien, la Campaña de la supuesta alfabetización fue un fracaso total, solamente dio guajiritas y alfabetizadoras preñadas, y un intento fallido de adoctrinamiento colectivo.
Y hoy en día, la mayoría de los alfabetizadores y alfabetizados están de compras en los Sedano’s y los demás ya vienen llegando.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights