Por Gretell Lobelle
Mantilla.- Hoy es un día como tantos. Los hombres marcan las fechas y las celebraciones. Los hombres necesitan recordar, nombrar, etiquetar, no olvidar. El olvido es veneno del alma para bien o para mal. La ilusión y la fe es energía vital.
Las fechas son más simbólicas que otra cosa. Hoy, como cada día de esta vida, deseo una Cuba de armonía y paz. Una Cuba de luz, de abundancia simple, que implica no tener que ocupar tanto pensamiento en el alimento, en sostenerse, vivir.
Que sea algo común al hombre y mujer el alimento de cuerpo y alma, el respeto, la equidad, y armonía entre sus hijos todos. Que lo ético fluya para que de paso a lo moral justificado.
Hoy agradezco tres veces: agradezco lo que tengo, lo que soy y lo que está por venir. Agradezco la vida, a todo lo celestial que me asiste. Agradezco la bendición de tantos afectos.
La luz que ustedes me brindan despeja todas mis sombras. El acto de ecumenismo que se teje en las relaciones humanas me hace una mujer completa. Los tengo y soy dichosa, amigos presentes y virtuales han sido y son todas las veces sostén y alegría.
Para este 2024 mis batallas continúan, mi espíritu no se quiebra. Desde la persona que soy quiero seguir alegrando alguna vida, acompañando, enseñando y aprendiendo. Compartir alivio desde mi pequeñez, mi existencia diminuta. Solo así estaré cumpliendo mi paso por esta tierra.
Mis deseos para todos: bendiciones en fortaleza de cuerpo, espíritu y sabiduría para transitar el futuro. Hoy, a pesar de no creer en fechas, voy a disfrutar a mis afectos y pensarlos a ustedes, todos, alegría en mi vida, amor constante…
Una es isleña, toda isleña, aun cuando sueñe con continentes.