Por Pucho Oroza ()
Varadero.- El voleibol masculino cubano está en su peor momento a nivel de selección nacional. Algo que contrasta con las actuaciones de nuestros jugadores en ligas foráneas, con individualidades que son, por mucho, de lo mejor en el mundo.
Aún así, la selección cubana se aferra a lograr su clasificación para la cita bajos los Cinco aros en París 2024, un camino que se le ha convertido en toda una odisea, debido a la inestabilidad en su juego, sumado a temas de dirección, selección de jugadores, entre otras cosas.
Lo cierto es que después de concluidos los clasificatorios olímpicos, donde Cuba no pudo conquistar uno de los dos cupos directos, aún hay esperanza, y esta, es la última que se pierde.
Al día de hoy, están clasificados a los Juegos Olímpicos las selecciones de Polonia, Estados Unidos, Japón, Brasil, Francia, Alemania y Canadá. Restando cinco cupos, con un Egipto bastante seguro, pues según el criterio de selección olímpico, la primera prioridad es equipos de continentes sin selecciones con una cuota olímpica y aún no hay nadie por África y los egipcios son los mejores ubicados en el listado universal.
Entonces, el criterio para definir los otros cuatro restantes sería por la ubicación en el ranking mundial. Al día de hoy estos puestos serían para Italia (3), Eslovenia (6), Argentina (7) y Serbia (9). Cuba ahora mismo anda en el puesto 11.
La diferencia entre Serbia y Cuba es de 17 puntos, (253.22 contra 236.96), por lo que una buena actuación cubana en la Liga de Naciones 2024 podría catapultarlos, sobre todo, el objetivo sería superar en el Torneo a Serbia, es decir, los puntos que ofrecen al ranking mundial los resultados de los partidos de la primera fase de la próxima VNL son vitales para las aspiraciones de la mayor de las Antillas.
La fase final de la Liga de Naciones se jugará del 27 al 30 junio, unos días antes de los Juegos Olímpicos, clasificar entre los ocho para cuartos de final y lograr vencer a elencos como EE.UU, Francia, Eslovenia, Japón, Brasil, Argentina, Italia, es la meta, no hay de otra.
Sería una hazaña, pues Cuba en este siglo XXI, solo ha estado presente en los juegos de Sidney 2000 y en Río de Janeiro 2016, en estos últimos, con un saldo de cinco derrotas sin victorias y un solo set a favor. Si el equipo se une, si se vencen los miedos y las inestabilidades, si hay compromiso y deseos, todo puede suceder.