Por El Estado como tal
La Habana.- Se ha publicado la ley del presupuesto 2024 con los componentes esenciales de su estructura. Las transferencias a la actividad no presupuestada (subsidio a empresas) son las de mayor crecimiento (108,5 por ciento) respecto al presupuesto de 2023 y pasaron de ser de 15 a 22,6 por ciento del gasto total.
Es cuestionable la justificación oficial de que el extraordinario deficit equivalente a 18,5por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se debe a un mayor gasto en sectores y programas sociales. En realidad, el gasto en actividades presupuestadas se redujo de 72,1 por ciento del gasto total en 2023 a 64,4 por ciento en 2024.
Lo que más crece es el subsidio a empresas que proveen bienes y servicios que no pudieran venderse a precios de mercado debido a los bajos salarios y pensiones, sin riesgo de conmoción social y política.
Funciona una especie de circulo vicioso en el que bajos salarios y pensiones tratan de compensarse con subsidios empresariales para vender a menor precio, pero ese gasto presupuestario incide en deficits que generan liquidez excesiva con una inflación derivada que reduce el valor real de salarios y pensiones y eterniza subsidios.