Por Carlos Cabrera Pérez
Madrid.- Acaba de fallecer en La Habana, a los 81 años y debido a una agresión, Newton Briones Montoto, un hombre inteligente y sincero, hasta el extremo de contar las cosas como fueron, aunque saliera mal parado o no coincidiera con la versión oficial. Era además, bondadoso y cuidadoso en los detalles.
Sobre la agresión que terminó causándole la muerte, tras impactar con la cabeza en el suelo, me llegan dos versiones: que habría sufrido un asalto sobre las seis de la mañana de hace unos días, mientras hacía su caminata diaria por la 5ta. Avenida, la otra es que habría discutido con alguien que lo agredió. Otro transeúnte lo halló inconsciente en el suelo y lo trasladó al hospital Finlay (militar de Marianao).
Newton fue fundador de la Seguridad del Estado, en 1989 causó baja del Minint con la usurpación raulista; aunque llevaba tiempo en la mirilla porque sus análisis sobre Cuba o la perestroika disgustaban al comandante en jefe. Ningún gobierno sensato y justo prescinde de un brillante jefe de Análisis de Contrainteligencia con 50 años; entonces se consagró a su labor de historiador, que en los últimos años desarrolló notables investigaciones sobre el período republicano y publicó varios libros sobre temas cruciales de la historia cubana, incluido el polémico caso Marquitos; antes de morir, había acabado un volumen sobre la muerte de Jesús Menéndez que refuta la historia oficial.
Dejó pendiente de acometer, aunque poseía abundante bibliografía y vivencias, un libro sobre la figura de su padre, de igual nombre, muy cercano a Antonio Guiteras y prominente miembro de la Joven Cuba.
Quizá el general (r) José Luis Padrón pueda hacer la necrológica que Newton merece, pues el tardocastrismo y sus soldaditos a sueldo están poniendo de relieve su obra ensayística y literaria y ocultando su pasado como jefe en la Seguridad.
Llegue a sus hijos, viuda y a Elsa, su primera esposa, mi pesar por su muerte tan absurda e injusta.