Por Pablo Alfonso (Especial para El Vigía de Cuba)
Santiago.- María Victoria Gil se despidió desde 2014 como conductora del programa televisivo «De la Gran Escena». Su hermano Alejando quiso sustituirla, dijo: «Los Gil tenemos que seguir en la gran escena». Y el hombre no hizo quedar mal a su querida hermana, que hoy vive en Tenerife, España.
Eso sí, el actual ministro de Economía y Planificación del régimen cubano no ha podido presentar a ningún artista en el emblemático programa. El hombre ha decidido ser la estrella de la mesa redonda. Bueno, al lado de Randy Alonso cualquiera brilla más que la calva del «agraciado» moderador.
Alejandro Gil Fernández volvió por sus fueros. En su última aparición en el desagradable programa televisivo, el pasado día 27, dijo: «hemos estudiado diferentes experiencias en diversas partes del mundo e identificamos cuál es la mejor manera: aumentar el papel del Estado como ente regulador de la economía».
Así como usted lo lee, estimado lector. Después de tantos análisis y estudios, llegaron a la conclusión de que lo que ha faltado es más intervención del Estado. Es decir, todo lo contrario de lo que se aplica en el mundo.
Por eso Cuba está como está. Y lo peor, es que se seguirá ahogando cada vez más con mentes tan estrechas y testarudas, como la de este ministro y toda la cúpula que desgobierna la Isla.
¿Cuándo se van a dar cuenta estos mequetrefes de que los países desarrollados hacen todo lo contrario? Menos intervención del Estado es la clave del éxito.
La Argentina de Javier Milei tal vez no sea el mejor ejemplo, pero el hombre, que de economía sabe, intenta reducir el papel del Estado al mínimo.
Señores, si van a tomar ejemplos de otros países, háganlo como va. El propio mercado es el que genera competencia, el que genera riquezas. Pero Cuba hace todo lo contrario: fortalecer la ineficiente empresa estatal socialista. Para colmo van a crear un instituto que, según Gil, resolverá estos dilemas, ya que el propio ministerio de Economía no puede. Nada, más burocrátismo, más parasitismo, más plantillas infladas.
No existe un país en el mundo que, utilizando estos métodos económicos socialistas, colectivistas, haya llegado a la prosperidad. Ni tan siquiera el gigante chino, que se hace llamar socialista. En China se aboga porque el mercado juegue «un papel decisivo». Hay señales más que claras de que el Estado está abrazando el capitalismo. Han implementado un híbrido, han utilizado métodos ultraliberales, métodos capitalistas.
Pero Cuba anuncia lo mismo que ha hecho durante 65 años, ahora reforzado. Y hablan de que tendrán resultados diferentes. Para colmo, Gil acaba de inventar el agua caliente y dice que «hay que ahorrar». Hay que estar vivo para ver señores.
Gil, no seas tan gil. Agarra tus maletas, las llenas de dólares, porque no importa desangrar un poquito más a la ya desangrada economía cubana, y vete. Vete para Tenerife. Tu hermana te adora, te extraña. Ah, si puedes llévate a Díaz-Canel también. Es cierto que dejarás la gran escena, pero Cuba toda, te lo agradecerá.