Por Oscar Durán
La Habana.- Mientras Mariela Castro llamó “historia dimensionada y llena de fantasía” al caso de la mujer trans Brenda Díaz, el presidente Miguel Díaz-Canel acaba de felicitar con tremenda babosería al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), por los 35 años de fundada la institución.
Brenda, quien tiene una condena de 14 años por “desórdenes públicos y sabotaje” durante las protestas del 11 de Julio, no ha recibido ningún apoyo por parte del Cenesex, sin embargo, el Hombre de la Limonada dijo en su cuenta X que dicho Centro es un aporte a la salud pública y a la felicidad de las familias cubanas desde un enfoque participativo, inclusivo, revolucionario y socialista.
Otro que se sumó al circo de felicitaciones fue el recién alfabetizado por la misión Barrio Adentro, Esteban Lazo. El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular enfatizó en la contribución del Cenesex a una sociedad más humana, inclusiva, respetuosa, y educada en el estudio de las sexualidades.
¿Respetuosa dijo Lazo? Le voy a recordar al presidente de la Asamblea que Brenda ha recibido maltratos, abusos verbales y sabrá Dios cuántas cosas más, durante su estadía en el centro penitenciario donde, por cierto, Mariela Castro fue a visitarla para darle promoción a su propia gestión.
Traben esto: «trabajamos con instituciones penitenciarias para asesorar sobre personas de la comunidad LGBTIQ privadas de libertad y hemos recibido opiniones muy favorables sobre los tratos. Aquí reciben una alimentación muy buena, mejor que la que tienen sus familias», expresó la hija de Raúl Castro.
Sí, como leyeron, la prisión donde está Brenda es casi un paraíso. Menos mal que Ana María García, la madre de la reclusa, se encargó de desmentir a Mariela en su momento y, en tal sentido, fue bastante directa. “a mi hija no me la dejan ver, la encerraron en una celda de castigo y le dieron una golpiza porque se fajó con un oficial”.
Posiblemente cuando todo esto le pasó a Brenda, Díaz-Canel estaba de gira por Europa con su Machi y nunca se enteró de estos abusos. Sus preocupaciones y prioridades son otras, los presos políticos no están en su agenda. Y mucho menos las personas trans. Ah, pero hoy el Cenesex cumple años y ese centro lo dirige la hija de su jefe. Para eso sí hay prioridad.
Sigan así, muchachones. La vida algún día se los cobrará.