El informe, que rastrea la biodiversidad en todo el mundo, fue publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la COP28 en Dubái esta semana. Son malas noticias, ya que se han introducido hasta 2.000 especies que afrontan la extinción, con respecto a la lista de 2022.
“La actualización de hoy de la Lista Roja de la UICN muestra el poder de los esfuerzos de conservación coordinados a nivel local, nacional e internacional. Historias de éxito como la del órix con cuernos de cimitarra muestran que la conversación funciona. Para garantizar que los resultados de las acciones de conservación sean duraderos, debemos abordar decisivamente las crisis interrelacionadas entre el clima y la biodiversidad”, dijo el Presidente de la UICN, Razan Al Mubarak.
Y es que el cambio climático está empeorando las crisis de biodiversidad del planeta, haciendo que muchos lugares sean más mortales de lo que lo eran para miles de especies y también está acelerando la disminución del número de plantas y animales en la Tierra, según esta organización internacional que rastrea la salud de las especies de la Tierra.
“Las especies de todo el mundo están bajo una enorme presión. Así que no importa dónde se mire, el número de especies amenazadas está aumentando”, afirmó Craig Hilton-Taylor, jefe de la unidad de la Lista Roja de la UICN.
Ejemplos
El salmón del Atlántico, por ejemplo, aunque aún no está en peligro de extinción, va camino de estarlo. Su población se redujo en casi una cuarta parte entre 2006 y 2020. Estos peces cada vez viven en menos lugares y afrentan peligros creados por el hombre, como las represas y contaminación del agua. Según el grupo, el cambio climático les está haciendo más difícil encontrar alimento y más fácil para las especies exóticas competir.
De la misma forma, las salamandras, las ranas y otros anfibios también son de los que más están sufriendo las consecuencias del cambio climático y lidiando por sobrevivir en un mundo cambiante y cada vez más cálido.
“Los peces de agua dulce constituyen más de la mitad de las especies de peces conocidas en el mundo, una diversidad incomprensible dado que los ecosistemas de agua dulce comprenden sólo el 1% del hábitat acuático. Estas diversas especies son parte integral del ecosistema y vitales para su resiliencia”, apuntó Kathy Hughes, copresidenta del Grupo de Especialistas en Peces de Agua Dulce de la CSE de la UICN. “Esto es esencial para los miles de millones de personas que dependen de los ecosistemas de agua dulce y para los millones de personas que dependen de su pesca. Garantizar que los ecosistemas de agua dulce estén bien gestionados, sigan fluyendo libremente con suficiente agua y una buena calidad del agua es esencial para detener la disminución de especies y mantener la seguridad alimentaria, los medios de vida y las economías en un mundo resiliente al clima”.
COP28
El borrador más reciente del acuerdo climático de la COP28 es el precursor de una ronda final de negociaciones sobre si los combustibles fósiles seguirán siendo parte de la transición hacia un futuro de energía renovable y durante cuánto tiempo. Por ahora, todos los expertos están de acuerdo en que se están dando pasos, pero no son todos los necesarios.
Como nota positiva del comunicado de UICN, el antílope saiga (Saiga tatarica) ha pasado de estar en peligro crítico de extinción a estar casi amenazado, y la población solo en Kazajstán aumentó un 1.100% entre 2015 y 2022 debido a las medidas y la aplicación de la ley contra la caza furtiva. También el órix de cuernos de cimitarra (Oryx dammah), un animal de color claro con cuernos curvos, había sido clasificado anteriormente como extinto en la naturaleza, pero ahora está en peligro de extinción. Es un antílope sahariano y la única especie que posee cuernos curvos que se ha enfrentado a toda suerte de amenazas: la caza furtiva, la sequía y los accidentes automovilísticos, entre otros.