Por Arturo Mesa
Atlanta.- En enero del 2023 ya uno estaba marcado en la isla. Sabía que me iba a ser muy difícil salir adelante en mi país natal. ¡La estúpida política! ¿Qué hacer? Es entonces cuando el Sr. Biden abre un extraño programa denominado Parolle Humanitar, que habría de beneficiar a muchos.
Dos días después una pareja de esos amigos que uno ni siquiera considera cercanos, me ofrece la gran oportunidad: ¿Quieres aplicar? Entonces pensé: ¡55 años! No sé. Mi caso está duro, pero más dura está la isla y no habrá soluciones mientras ese estúpido Partido siga en el poder.
Ok, me voy. Una casa una familia, instrucciones, sugerencias y deseos de ayudar desde el primer día.
El parolle que algunos quieren eliminar, es aquel que trae personas para cobrarles o explotarlos. No hay forma humana de oponerse a un parolle genuino –como el mío-. No eres una carga porque alguien se ha comprometido a ayudarte a progresar. Te insertas en la vida de una ciudad, buscas un trabajo, tratas de salir adelante y en algún momento comienzas a entender las cosas.
Hoy, por más que busco, no encuentro palabras de agradecimiento para esa pareja que no durmió un día 8 enero del 2023 (su cumpleaños) llenando planillas y arriesgándose a una coexistencia imposible, de resultar incompatibles los caracteres.
Hoy comienza un periodo de independencia para mí en mi primer espacio propio en suelo atlantiano. Predecir lo que va a pasar en un país desconocido y duro, es imposible. Son tantas las puertas que se abren como las barreras que se interponen. Me mueve mi inagotable energía a mis 55, mis sueños por ofrecerle algo mejor a mis más cercanos, mi suerte natural y la confianza de que siempre tendré el consejo apropiado de mis adoptivos padres “yumas”, como yo les digo.
Amigos; el amor, la honestidad y las buenas intenciones existen aun en este mundo, están ahí, y mueven barreras increíbles.
Mi agradecimiento y mi amor para esa pareja irán conmigo siempre. Sepan que la misma honestidad que recibí de ustedes en todo momento, la reciproqué absolutamente siempre. El camino no será fácil, pero lo intentaré.
Creo que ni me despedí suficientemente hoy después de la locura de la mudanza. Un abrazo de corazón; Los quiere: “El proyecto”.
PS. No tengo agua caliente todavía! jjjjjjjjjj!