Por Anette Espinosa
La Habana.- La incorporación a sus operaciones habituales de un avión no es noticia en ningún país del mundo, a menos que sea uno super modelo. Y mucho menos si es un aparato viejo, reparado, que ha estado muchos meses en algún lugar en espera de que regrese a donde tiene matrícula, porque los dueños no tenían cómo pagar el remiendo. Porque eso fue lo que le hicieron los rusos: remendarlo un poco.
Pero llegó a Cuba el IL96-300 y los medios de prensa de la isla se encargaron de anunciarlo a los cuatro vientos, como si el arribo del referido avión fuera a resolver, de golpe y porrazo, todos los problemas de transporte aéreo del país, que son muchos, aunque los cubanos ya se adaptaron a no moverse, a una vida sedentaria, sin desplazamiento alguno, porque no hay forma de ir de un lugar a otro del país.
Para mover al presidente Díaz-Canel a Santa Clara alquilan un jet de lujo, o un A-330 de una compañía española para llevarlo a Nueva York o al Oriente Medio, cuando no utilizan la aeronave de Conviasa, que diligente envía Nicolás Maduro, quien viajó durante años en un aparato de CUBANA, y que ahora devuelve el favor.
Granma, como no puede ser menos, dice que «con la llegada al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, en horas de la mañana de este domingo, del IL 96-300 de Cubana de Aviación, la Isla reincorpora otra aeronave a su cuadro de rutas».
Un aparato para muchas rutas. Es lo que entiendo de lo que dice Granma. Algo así como que volará a Santiago (de Cuba), luego irá a Madrid, supuestamente, al regreso se dará un viajecito a Holguín, y de ahí partirá a Buenos Aires a buscar turistas, y luego saldrá hacia Santiago a llevar a la familia Castro a un periplo por el oriente del país, en tanto se irán acumulando las horas de retraso, un día tras otro, hasta que no quede más remedio que pararlo de nuevo.
«Especialistas de la Corporación de la Aviación Cubana S.A. (Cacsa) refirieron a Granma que, con las acciones ejecutadas como parte de un proceso de reparación integral desarrollado en Rusia, se realizó un mantenimiento técnico profundo, y se mejoraron los interiores de la aeronave para un mejor confort». dice el rotativo.
Al mismo tiempo, el libelo del Partido Comunista recuerda que «tal como se había anunciado en este diario, corresponde a los proyectos de la Aviación Cubana de incorporar aeronaves de largo y mediano alcance para prestar servicio, un proceso que ya había iniciado con la llegada a la Isla, en septiembre, del Tupolev TU-204E», otro que fue reparado en Rusia y que, a duras penas, lograron devolver a la isla, luego de ingentes gestiones con las autoridades rusas para que lo dejaran salir, porque Cuba no pagaba el monto acordado.
Ahora, con dos aviones viejos, por más que hayan sido reparados, la prensa cubana saca la cara y habla de reabrir líneas y lo anuncia con bombos y platillos, como si, en vez de una aeronave, hubieran llegado 25 aparatos, para volar a medio centenar de destinos.
Es otra de las jugarretas propagandísticas del régimen, y los cubanos se creen que es la hostia, al extremo de que Manuel, mi vecino, excombatiente de Girón y de Angola, me dijo al mostrarme el periódico: «Ahora si la aviación cubana va para alante». Ilusos