Por Joel Arias Hernández
La Habana.- Por desgracia y obra y gracia de nuestros medios de prensa y el daño causado a la psiquis nacional con su labor, hay historias muy tristes detrás del idílico deseo de defender derechos consagrados por la constitución.
Jenny Pantoja Torres, una cubana digna que ha acompañado en varias ocasiones a Alina Bárbara López Hernández en sus silenciosas y pacíficas protestas en el parque de la Libertad en Matanzas, estuvo involucrada en los actos represivos acaecidos antes y después del juicio contra la intelectual matancera.
Leer este testimonio puede ser muy fuerte, pero es ilustrativo. Esto está sucediendo. Ven un país que se dice «estado de derecho» y no es para dejarlo pasar desapercibido.
Como nunca he limitado mis publicaciones, esto lo podrán leer todas mis amistades, las antiguas y las recientes. Para los amigos más viejos, les digo que es necesario sensibilizarnos todos con estas situaciones. En un tiempo compartimos puntos de vista comunes, incluso, puede que hayamos cometido actos que hoy nos harían dudar. Sabemos que esto no es nuevo, tiene años de aplicación, pero los tiempos no son los mismos. Alerto que siempre los he respetado y ustedes, hasta ahora, también a mí. Solo quiero dejar clara una cosa: nunca he comulgado con las injusticias y esto se ha pasado de injusto. No tiene otro nombre que no sea abuso de poder e impunidad (por usar términos más digeribles).
Es más cómodo para el gobierno seguir pensando en un enemigo pagado, en las mentiras y manipulación, pero nada de eso es cierto y más tarde o más temprano habrá que rendir cuentas.
A todos mis amigos, si en tu familia hay algún miembro del orden interior, pregúntale todos los días al regresar a casa: ¿Qué hiciste hoy? ¿Conocías las implicaciones de tu actuar? ¿Tuviste dudas? Dales a leer esta publicación que al final comparto y déjale que reflexione.