Irán Capote ()
Pinar del Río.- Hay que usar audífonos por «blutú» para entender lo de las termoeléctricas. Son mega sensibles. Con el roce más leve se desconectan, se «desincronizan.»
Por la calle parezco un loco, como no tienen cable, desde lejos no se percibe bien lo que lleva uno en las orejas. Sobre la marcha, he aprendido que con un toque en la oreja izquierda, cambian la pista musical; con un toque en la oreja derecha, cambian para el otro lado. Con dos toques, se pausan. Si te quitas uno, se pausa ese y sigue reproduciendo el otro.
El caso es que ando por la calle tocándome las orejas constantemente. Una mujer esta mañana me vio en pleno proceso de sincronización y le dijo a otra: «Parece que tiene un honguito o algo en la oreja».
La suerte es que, gracias a estos audífonos, comprendí el fenómeno de las termoeléctricas. » Te has sincronizado», » no tienes sincronía»: «Te has sincronizado», «no tienes sincronía».
Hay que estar en el pellejo de una termoeléctrica para entenderla.