Por Nataly Rodríguez (Médico Especialista en Medicina Intensiva y Emergencias en el Hospital provincial Faustino Pérez) ()
Matanzas.- Voy a escribir un post para los que me dicen que por qué defiendo a los médicos del Hospital de Bayamo, para los que me piden que olvide eso, para quien me dice que esos posts no tienen likes, para los que tienen miedo de dar el like, compartir o comentar (lo cual es comprensible).
Esto también va para los que no saben los conceptos reales de la bioética, y repiten como papagayos la palabra negligencia.
Va para mis amigos que han estado o pueden estar mañana en el banquillo de acusados. Para los residentes, muchos ya especialistas, que deben recordar cómo se les recalcaba que en la historia clínica hay que escribirlo todo.
Para los directivos que no cuidan las espaldas de sus trabajadores, y que un día te dicen «sonda vesical solo para materna», «albúmina solo PAMI»… «solo un catéter para la guardia»… Y como eso, pudiera hacer un libro.
Esto va por las fotos de historias clínicas que aún guardo de casos que fallecieron y otros que no, pero fueron objeto de discrepancias o víctimas de carencias… Papelito habla señores.
Esto va para los que no dedican tiempo a dar un parte decente a los familiares, no solo porque se lo merecen, sino porque te cuida a ti mismo.
También para los médicos y personal de salud que sin maldad van a los servicios a averiguar por pacientes que no son suyos, por quedar bien con familiares o amigos, y transmiten informaciones erróneas que pueden ocasionar quejas infundadas.
Va para los que tienen la teoría del merecimiento, que llegan a las instituciones de salud y tratan a su personal como basura.
Y para todos los equivocados que deambulan sin dificultad por un milagro de equilibrio, que si tropiezan siguen andando en cuatro patas.
La mala praxia «Malpractice» es un término que engloba muchas cosas (negligencia, impericia, error médico…), pero la acusación es, según se maneja en las noticias por negligencia… La negligencia médica es un acto mal realizado por parte de un proveedor de asistencia sanitaria que se desvía de los estándares aceptados en la comunidad médica y que causa alguna lesión al paciente. Pero en nuestros hospitales no hay un protocolo con adherencia al 100%, porque desgraciadamente no existen los recursos en la mayoría de los casos para hacerlos cumplir, ni es posible cumplir con los tiempos, desde el inicio, cuando se activa el SIUM, todo comienza a fallar.
Y eso no tiene nada que ver con lo que tú, cómo médico, sepas que tienes que hacer, ni con lo que quieras hacer, sino con lo que tu terreno de juego te permita hacer. Todos estamos siendo negligentes cuando usamos líneas de tratamiento poco recomendadas, cuando el citostático no está, cuando no hay angioplastia, cuando la hemodiálisis no es contínua, cuando hacemos una técnica obsoleta, cuando no cambiamos la cánula de TQT en tiempo porque no hay, o la gastronomía cuando toca por falta de recursos, cuando en el COVID dábamos Peep de 14 sin relajantes porque no había…
Porque se hacen cosas porque no hay más opciones, y algo hay que hacer, sino todos los médicos estuvieran en sus casas. Lo que tiene que inventarse para evacuar un hemotorax o estabilizar un batiente. La negligencia depende de cómo la mires, cuándo la mires, y quién la mire. Las heroicidades son maravillosas cuando salen bien, cuando salen mal vas tras las rejas.
Cuando era residente me aprendía las dos posibles respuestas porque tenía que enfocar el caso como si estuviera en el Massachusetts General Hospital al responder el examen y después aterrizarlo a mi escenario en la guardia, en la caliente.
No puedo decir qué sucedió exactamente allí, en ese hospital… Pero puedo asegurar que ningún médico es capaz de obrar de mala fe, mucho menos los cubanos, que trabajan por amor, porque lo hacen gratis. Nadie que se levante a hacer 24 horas de guardia sin remuneración objetiva, de hecho ridícula, nadie que vaya a su trabajo con los zapatos rotos, sin desayunar, sin un peso ni para el café, lo hace porque sí.
¿Saben porque lo hacen? Por el amor más puro que puede existir, el amor a la vida.
Puedo seguir hablando horas, contando secretos de lo que callamos los galenos, pero solo quiero que reflexionen.
La hermandad que nos une es hermosa, cruza cualquier frontera, no importa la religión, la nacionalidad, la ideología. Señores, dos médicos siempre se entienden, se apoyan, se unen.
Me niego rotundamente a no hacer nada, por eso escribo este post, porque tengo consciencia, porque hice un juramento y no lo traiciono. Y porque no voy a cambiar mi forma de pensar y mi sentido de la justicia ni aunque viva en Marte. Lo escribo porque soy MÉDICO!!!