Halcón peregrino
El primero de la lista es el halcón peregrino: es el animal más rápido del planeta. Su velocidad máxima es de 320 kilómetros por hora (km/h). Según el Guinness Book of World Records, incluso es capaz de alcanzar 386 km/h cuando se trata de la fase de descenso de caza o descenso en picado. Su increíble velocidad le sirve para aturdir o matar otras aves en el aire. Nadie puede competir con el halcón peregrino. Se trata de un ave rapaz o ave de presa, reconocida por su velocidad y habilidad para la caza.
Podemos encontrarlas en casi todas partes del mundo, pero tienen preferencia por los espacios abiertos; no en vano, su tamaño es considerable: pueden tener una envergadura de 1 metro y pesar entre 0,7 y 1,5 kg. ¿Y cómo es posible que sea tan veloz? Se debe a la fabulosa forma aerodinámica de su cuerpo, combinada con sus espectaculares músculos pectorales y sus plumas que ayudan a reducir la resistencia. Ni siquiera el fuerte viento en contra daña sus pulmones; posee un hueso especial en la fosa nasal que controla el flujo de aire para evitar daños en su organismo. Todo está perfectamente diseñado en su cuerpo para convertirlo en el animal más rápido de la Tierra. Incluso tiene una vista excelente que le permite localizar presas desde muy lejos. Su estado de conservación es de “preocupación menor”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Águila real
El segundo más rápido es el águila real, capaz de alcanzar velocidades de más de 290 km/h y quizá incluso poder lograr las velocidades promedio del halcón peregrino, según han sugerido algunos informes. Es una de las aves rapaces más grandes y poderosas del mundo; utiliza su velocidad, su poderosa constitución y sus afiladas garras para cazar una amplia variedad de presas, desde conejos hasta grandes mamíferos como, por ejemplo, los ciervos. Son conocidas por su agilidad y precisión, de ahí que se hayan ganado el apelativo de uno de los cazadores más formidables de la naturaleza. Su estado de conservación es de “preocupación menor”, según la UICN.
Vencejo de cola blanca
Esta especie migratoria puede volar a velocidades extremas únicamente con pura fuerza, sin ayudarse de la gravedad como sí hacen el halcón peregrino o el águila real. El vencejo de cola de blanca puede llegar a velocidades de vuelo horizontal de 169 km/h sin auxiliarse de ninguna técnica parar ello. Mantener velocidades tan altas sin la ayuda de la gravedad es una hazaña extraordinaria. Se trata de una especie migratoria de apenas 10,5 centímetros de largo y 20 gramos de peso de alas largas y constitución poderosa que se alimenta de termitas, hormigas, escarabajos y otras moscas que atrapa y consume mientras vuela. También duerme mientras vuela. Su estado de conservación es de “preocupación menor”, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Murciélago mexicano de cola libre
¿Un murciélago es de los animales más rápidos del planeta? Así es. Con sus cerca de 9 cm de largo y apenas 15 gramos de peso, este mamífero puede llegar a volar a 159 kilómetros por hora, según el Guinness Book of World Records de 2023. Este murciélago es uno de los mamíferos más abundantes de América del Norte y bastante habitual en tierras de Luisiana, donde se puede encontrar en muchas ciudades. Estos murciélagos son conocidos por sus alas largas y estrechas que les permiten un vuelo rápido y sostenido. Por lo general, emergen de sus refugios en grandes grupos al anochecer para alimentarse de insectos que atrapan en vuelo.
Tábano macho
Para terminar, el insecto más rápido del mundo es un tábano macho. Con una velocidad de alrededor de 145 km/h, al menos durante un experimento, este insecto podría ser el invertebrado más rápido que existe hoy día. Estos tábanos son conocidos por sus dolorosas picaduras, pero son los machos, que no muerden/pican cosa que sí hacen las hembras, los que ostentan el récord de velocidad. Utilizan su impresionante velocidad para perseguir y atrapar tábanos hembra durante la temporada de apareamiento.
¿Y el guepardo?
Si has echado en falta al guepardo, sería el siguiente de la lista. No es la criatura más rápida en general, pero sí el animal terrestre más rápido. Con una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, el guepardo es todo un cohete, pero solo puede mantener este ritmo durante aproximadamente un minuto, ideal para los ataques de emboscada.