Por Lázaro Miranda Ramírez (LAZ)
La Habana.- De verdad que ni sé cómo empezar esto. Solo se me ocurre decir que no soy ningún parbulito, que mudé los dientes de leche desde hace un cojonal de años, lo que quiere decir que caminar mucho bajo el sol, ya me afecta un poco.
A pesar de eso, estoy estudiando Artes Visuales en el ISA. Pues bien, el martes una profe orienta una tarea para entregar el viernes, para lo cual, se necesita un libro escrito por la famosa intelectual Adelaida de Juan.
Mi nieto me dijo: «abuelo, ve a Wikipedia», pero yo, tal vez porque no me gusta leer en monitor, o por querer seguir a la antigua, o por comemierderías mías, le dije que prefería irme para la biblioteca.
Ayer, miércoles, arranqué a caminar hasta allá, temprano, porque tenía cosas que hacer luego. Llego a la biblioteca y me dicen que el servicio lo prestan a partir de la una, por lo del ahorro.
Esperé, hice tremenda media, y a la una en punto pude entrar y solicitar mi libro. Ahí estuve, pero no pude terminar la tarea completa
Hoy, sabiendo que empiezan a la una, salgo para allá, caminando por Paseo, atravieso la soleada Plaza de la Revolución. Cuando llego, el viejito custodio no me dejaba entrar porque, según me dijo, ya iban a cerrar. De todas maneras pasé y fui directo a la recepción y la muchacha, muy amable, me dijo que, efectivamente, «terminamos el servicio por hoy porque hay un acto».

Y yo me pregunto ¿qué tiene que ver que haya un acto para suspender el servicio en una institución donde ni se canta ni se baila, donde la gente acude a cumplir con el sagrado deber de estudiar? Y además, sin avisar.
Y eso es lo que a mí me molesta. En este país nuestro por cualquier cosa liberan a los trabajadores de una institución, interrumpen el servicio y el que vaya al lugar en horario de oficina, que se joda.
Si van a fumigar, cierran. Si no hay corriente, cierran. Si se chivó la internet, cierran. Si no hay agua, cierran. Si hay un acto, cierran. Y entonces, ¿cuándo se trabaja en este país nuestro, si por lo que todo el mundo sabe, cuando no es pito es flauta?
Por supuesto, los trabajadores del lugar se ponen contentísimos, pues se van a ganar su día de haber de fly al catcher y de guaguancó millares, pero entonces… ¿Quién carajo me repone el tiempo perdido y la energía gastada en ir hasta allá bajo perro sol?
Cómo decía un personaje de un programa humorístico, que ni recuerdo cuál es… POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS. Lo merecemos.