Por Esteban Fernández Roig Jr.
Miami.- A nuestra disposición teníamos a Héroes norteamericanos como Superman y Tarzán, galanes mexicanos de la talla de Jorge Negrete y Pedro Infante, y cientos de actores del patio como Rolandito Barral, Jorge Félix, y Alberto González Rubio, quien el próximo miércoles cumpliría 100 años de vida.
Disfrutábamos de ver a Marilyn Monroe y al mismo tiempo de Rosita Fornés, nos carcajeábamos con el mexicano “Cantinflas” y con el cubanísimo “Trespatines”…
En la pantalla grande veíamos a Rock Hudson y Doris Day, en la chiquita a Raquel Revuelta y Manolo Coego.
Provenientes de USA, veíamos a cowboys como Hopalong Cassidy, Tom Mix y John Wayne, y de “ El Valle del Ayatimbo” nos llegaban Rodolfo, Miguelon y Machito.
Qué emoción ver en la televisión galopar al caballo “Trigger” de Roy Rogers, mientras escuchábamos con emoción el trotar de los corceles de los Tres Villalobos: “Centella, Tormenta, y Azabache”, y el glorioso “Ligero” de Leonardo Moncada.
Qué gracioso Tony Curtis disfrazado de mujer en “Some Like It Hot”, pero a la par nos divertíamos con Luis Echégoyen interpretándo a “Mamacusa, la del alma grande y el cuerpo flaquito”…
Maravillosos eran “Lucy y Desi Arnaz” y al unísono reírnos con “Cachucha y Ramón”…
Qué lindo poder ver los programas de “Lassie y Rin Tin tin” y unas horas más tarde emocionados escuchar los ladridos de “Campeón” el perro de Moncada.
Podíamos imitar a Elvis Presley bailando o preferir ver a Rafael Bacallao tirando pasillos de “Cha cha chá” en el Show del mediodía.
Los viejitos cubanos recuerdan haber visto correr al veloz Jesse Owens, y también pudieron aplaudir a Rafael Fortún.
Qué alegría ver por la televisión a Micky Mantle metiendo jonrones en una Serie Mundial, y simultáneamente los niños en nuestra Patria llenos de emoción observando a Roberto Ortiz, Edmundo Amoros, Pedro Formental, Rocky Nelson y “Son” Noble repartiendo batazos en el estadio del Cerro.
Nos encantó la pareja de artistas Vivien Leigh y Clark Gable en “Lo que el viento se llevó”, mientras nos reíamos con Eduardo Egea, Minin Bujones y Conchita “Jazmín” García en “Ellos dos y alguien más”…
Mientras Clark hizo famosa la frase: “Frankly, my dear, I don’t give a damn”, a nosotros nos encantaba cuando Enrique Santiesteban decía: “Bebe de mi copa, pequeña”
Vaya, ni en la peor pesadilla de terror vislumbrábamos que 70 años más tarde, nos referiríamos a ese paraíso como “Lo que el Diablo de Birán se llevó” sin Clark Gable.