El Estado como tal ()
La Habana.- La estadística oficial indica una desaceleración de la inflación en Cuba en octubre, tanto en términos mensuales como respecto a la inflación interanual. Continúa siendo una inflación “halada” por el precio de los alimentos del comercio y la gastronomía.
La inflación real es mayor que la reflejada en la estadística oficial que no incluye el crecimiento de precios en el mercado informal. En todo caso, con valores mensuales de inflación interanual superiores a 34% en todo 2023. Se trata de una inflación muy alta.
Es una inflación con múltiples causas, incluyendo circunstanciales y geopolíticas, pero los factores internos son fundamentales, principalmente el impacto del “reordenamiento”, la escasa respuesta de oferta, y un elevado déficit fiscal que alimenta el exceso de liquidez.
El aumento de precios de octubre 2023 estuvo encabezado por la división “Restaurantes y Hoteles”, principalmente por el incremento de precios de la gastronomía.
Los mayores precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas “explican” 40,5% de la inflación general de octubre. Alimentos básicos como los frijoles, el azúcar y el café registraron notables incrementos mensuales en sus precios.
Cuando se consideran los datos oficiales de precios y de ventas minoristas pudiera hacerse una hipótesis razonable: el deterioro general del consumo en 2023 provocado por la reducción del poder de compra habría sido un factor moderador del ritmo de crecimiento de la inflación oficial.
El instrumento de “estabilización macroeconómica” que parece ofrecer un mayor margen antinflacionario al gobierno cubano es el hundimiento de salarios y pensiones como % del PIB. El “ordenamiento” ha representado una “compresión” brutal de la remuneración de trabajadores.
Con el informe de octubre, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) regresa al formato tradicional, incluyendo el desglose por “divisiones”, cuya supresión en el informe de septiembre dificultaba el análisis de los precios en Cuba.