Por Emilio Herrera ()
México DF.- Civiles armados: El “Holocausto olvidado” es un documental alemán recién agregado a Netflix. Trata sobre un batallón de Policía de Hamburgo que fue desplegado durante la ocupación de Polonia. Puros reservistas (panaderos, choferes, carpinteros, licenciados y otros profesionales), gente común y sin afiliación al Partido Nazi que fueron reclutados para servir a su país en las fuerzas armadas.
La gran mayoría de los 500 hombres que formaron sus filas, ingresaron en la policía para evitar la carnicería del frente de batalla. Sin embargo, tuvieron la mala suerte de ser designados a un batallón de ejecución. Al finalizar la guerra estos reservistas habían asesinado unos 38 mil civiles judíos, siendo el cuarto batallón de ejecución más mortífero de las fuerzas alemanas.
Ahora, ¿cómo gente normal, como tú o como yo, se convierten en asesinos? ¿Cómo fueron capaces de dispararles a mujeres, ancianos y niños? De eso trata el documental. La temática extremadamente cultivadora para mi (que he tratado siempre de entender y escribir temas históricos desde una perspectiva centrada en la psicología individual del héroe y el impacto del entorno social en sus decisiones). La guían psicólogos, sociólogos e historiadores de una forma peculiar y totalmente diferente a los documentales convencionales.
Aquí les dejo tres ideas que me parecieron importantes:
1-Al llegar a Polonia, el comandante del batallón les comunica a los soldados la misión. Les dice que si no quieren participar pueden irse. Algunos lo hacen. En el documental los expertos alegan haber analizado toda la infornación documentada referente a estos pelotones de ejecución y no haber encontrado explícitamente que los obligaban a matar. Nos quieren dar a entender que los soldados podían decidir (ojo, puede que no esté la represalia por escrito, pero sabemos que la realidad no funciona así). Esto es lo único que no comparto del todo.
2-Sobre ese tema uno de los expertos explica que cuando nos enfrentamos a una decisión y tenemos dudas sobre qué es lo correcto y lo que no, normalmente no hacemos nada. A lo largo del documental se nos cuenta que a estos soldados que no cumplían la orden los dejaban en los barracones, limpiando letrinas, siendo objetos de burla, de tormentos, insultos y exclusión por parte de sus camaradas. El castigo social, psicológico era el peor y no todos lo aguantaban. El verdadero látigo era lo que otros pensaran de ti. No encajar: en el pelotón, en el batallón, en la sociedad, en la política del estado.
3-Los soldados buscan mecanismos psicológicos que puedan usar para percibirse como víctimas. Buscan significados “humanistas”, “positivos” para sus ejecuciones. Se explica que quienes apuntaban a niños lo hacían pensando en que estos no podían vivir sin sus madres. De esta forma se autoconvencían de que, entre toda la maldad, eran hasta moralmente justos.
Entonces, ¿eran monstruos? Sí y no, no nacieron siendo asesinos, las circunstancias los convirtieron en ello. Hubo un proceso de adoctrinamiento: político, social, educativo y cuando esto se logra en un pueblo la violencia ocurre de forma natural y justifica muchas actitudes. Es bueno ver este documental para estar alertas y saber cuándo hay que decir NO, cuándo hay que mantenerse firme de verdad. Somos tan vulnerables, tan moldeables, y a la vez tan conectados como colectivo, como sociedad, que podemos convertirnos en aquello que siempre hemos detestado.