Por José Walter Mondelo
La Habana.- A veces llamado «el último humanista estadounidense», Kurt Vonnegut Jr. (1922-2007) mantiene su disruptiva vigencia a 101 años de su nacimiento, 11 de noviembre.
Icono de la contracultura estadounidense, tiene ganado un lugar en el panteón de los grandes escritores del siglo XX.
Tres libros cimentaron su celebridad: Cuna de gato (1963), Desayuno de campeones (1973) y, especialmente, en todo el planeta, Matadero cinco (1969), que relata sus traumas en la Segunda Guerra Mundial, durante el bombardeo aliado de la ciudad alemana de Dresde, donde se hallaba prisionero. Dueño de un estilo propio, con narrativa experimental, elementos de la ciencia ficción, humor absurdo y una amargura subyacente que deviene en sarcasmo hacia la política, el conglomerado científico-industrial, la guerra y la religión en general.
Vonnegut fue presidente honorario de la Asociación Humanista Estadounidense desde 1992, al fallecer Isaac Asimov, hasta su muerte en 2007. Fue un pacifista militante, convencido de que la verdadera infamia humana era la indiferencia crónica ante la violencia, la explotación y la contaminación. Aquí una muestra de su talento.
Por mí, la evolución se puede ir al carajo. Menudo error que somos. Hemos herido de muerte a este planeta dulce y sustentador de la vida (el único de toda la Vía Láctea) en un siglo de euforia por el transporte.
Si no puedes hacer nada bueno, al menos no hagas daño.
La risa y las lágrimas son respuestas a la frustración y al agotamiento. Yo mismo prefiero reír, ya que después hay menos limpieza que hacer.
Practicar cualquier arte, no importa cuán bien o mal sea, es una manera de hacer crecer tu alma. Así que hazlo.
Otro defecto del carácter humano es que todo el mundo quiere construir y nadie quiere hacer mantenimiento.
Sé gentil. No dejes que el mundo te endurezca. No dejes que el dolor te haga odiar. No dejes que la amargura te robe tu dulzura. Siéntete orgulloso de que, aunque el resto del mundo no esté de acuerdo, sigues creyendo que es un lugar hermoso.
Retroceder un paso después de haber tomado el camino equivocado es dar un paso hacia la dirección correcta.
Me pregunto quién nos ha dado el derecho de estropear nuestro planeta.
No existe el orden en el mundo que nos rodea, debemos adaptarnos al caos.
Somos terribles animales. Creo que el sistema inmunológico de la tierra está tratando de deshacerse de nosotros, como así debe ser.
El propósito de la vida, sin importar quién la controle, es amar a quien sea que esté alrededor para ser amado.
La ciencia es una magia que funciona.
Nuestra conciencia es todo lo que está vivo y quizás sagrado en cualquiera de nosotros. Todo lo demás es una maquinaria muerta.
Somos lo que pretendemos ser, así que elige bien lo que pretendes ser.
El humor es la única forma de inteligencia libre de presunción.
Se aprende acerca de la vida por los accidentes que nos ocurren, una y otra vez.
Saber cosas nuevas es el bien más valioso que hay sobre la superficie de la Tierra.
¿Cómo muere un hombre cuando se le priva del consuelo de la literatura? De uno de estos modos -dijo-: de petrificación del corazón o de atrofia del sistema nervioso.
Piensen qué paraíso sería este mundo si los hombres fuesen buenos y sabios.
El verdadero terror es levantarse una mañana y descubrir que tus compañeros de instituto están gobernando el país.
El tiempo es líquido, un momento no es más importante que otros y todos huyen rápidamente.
Los investigadores puros trabajan en lo que les fascina a ellos, no en lo que fascina a los demás.
Sigo creyendo que la paz, abundancia y felicidad se pueden lograr de algún modo. Soy un tonto.
Siempre es lamentable que un ser humano llegue a una condición apenas más respetable que la de un animal. Mucho más lamentable es cuando esa persona ha tenido todas las ventajas.
La guerra es ahora una forma de entretenimiento televisivo, y lo que hizo la Primera Guerra Mundial de manera entretenida fueron dos invenciones: el alambre de púas y la ametralladora.
Un mequetrefe es alguien que se cree tan jodidamente listo, que no puede estarse con la boca callada. Digan lo que digan los demás, siempre tiene que discutir. Si usted dice que algo le gusta, le juro que dirá que está usted en un error por gustarle eso. Un mequetrefe hace lo que puede para que se sienta usted siempre como un idiota. Diga usted lo que diga, la razón siempre la tiene él.
Comamos, bebamos, gocemos, que mañana moriremos.
El arte no es posible si no baila como pareja de la muerte.
Sólo existe una solución para los terrícolas, si se proponen de veras practicarla: ignorar los malos momentos y concentrarse en los buenos.
Aquí en la Tierra creemos que un momento sigue a otro, como los guisantes dentro de la vaina, y que cuando un momento pasa ya ha pasado para siempre, pero no es más que una ilusión.
Van a tener que inventarse un buen montón de mentiras bien dichas, o la gente no querrá seguir viviendo.