SÁNCHEZ PONE A ESPAÑA CONTRA LA PARED

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Por Jorge Menéndez

Cabrils.- Escuchaba ayer a Pedro Sánchez decir otras de sus imbecilidades, y resulta que quienes se concentran cada día en Madrid, frente a la sede de su partido, a protestar «atacan a la democracia».

Como los actuales dictadores de izquierda, que se creen dioses, se adueña de palabras como democracia, progresistas y revolucionarios para hacer lo que le plazca. Ejemplos tenemos varios en Latinoamérica y este es el primer caso de exportación a Europa.

Sánchez se ve «pegado» al sillón de presidente del gobierno y para eso recurre a gobernar con terroristas, con partidos que lo chantajean descaradamente y a los cuales tiene que obedecer si quiere su sillón.

El presidente del Gobierno pertenece a la nueva clase de socialistas del » vale todo», los cuales, sin ningún tipo de escrúpulos, pisotean la dignidad española. De pronto, se cree el más demócrata, el más progresista y el más revolucionario.

Emiliano García Page, Alfonso Guerra, Felipe González ya han emitido su veredicto distanciándose de las barbaridades de este indulto político.

¿Qué presupone la amnistía?

En primer lugar, presupone convertir a la jurisprudencia española en un trapo por parte de la presidencia, con la que todos se pueden «lavar las manos», más allá de la connotación que esto tiene para Europa, desde donde contemplan con estupor los hechos.

La amnistía es, además el reconocimiento tácito de un error del Estado español en la valoración de los hechos independentistas de Carles Puigdemont y, por lo tanto, presupone pedir perdón al mismo y la autorización tácita de que este puede volver a hacer un referéndum y a declarar la independencia de Cataluña cuando le plazca.

No está lejos el día en Puigdemont entre a Cataluña como el gran héroe, después de haberse marchado como una rata.

El señor Sánchez cedió, por siete míseros votos a un farsante, no solo la gobernabilidad de España, sino que en nombre de la democracia consideró necesario «subsanar el conflicto político catalán contra el estado español».

Se inventan una jerigonza de palabras bellas para manipular la ignorancia política de muchos españoles, que no saben siquiera a lo que conlleva esto por no haberlo vivido.

Desde mi punto de vista, la oposición, a pesar de haber denunciado a Sánchez, ha sido muy tibia, exceptuando a Vox, que siempre nombra a las cosas por su nombre.

Alberto Núñez Feijóo, gallego al fin, critica con mucha tranquilidad, sin alterar la pausa de su verbo, cuando se juega muchísimas cosas España.

Es hora de condenar sin pelos en la lengua el estropicio sanchista. Es hora de atacarlo judicialmente con todos los instrumentos de la ley, por romper España, por violar la separación de poderes, por violar la Constitución española y su marco de convivencia. ¿Dónde está el Rey, como jefe de Estado? ¿Dónde está el poder judicial?

Quizás asistamos hoy al inicio del desmembramiento de España, porque si de algo pueden estar seguros es de que esto es solo el inicio. Esto no termina aquí y los nacionalistas ya lo han dicho muy claro.