Por Lía Villares ()
La Habana Norah ha sido bien instruida de cómo debe referirse a su viaje de negocios en La Habana, que no podría ser ni turístico ni de negocios precisamente, por las sanciones.
Detrás del paquete de «la experiencia Norah Jones en La Habana» (Norah Jones Havana Experience) está la compañía Dreamcatcher Events LLC, cuya publicación en IG o en Youtube (este leeendo videíto) no tiene likes ni comentarios. Esto es, hacer negocios desfachatadamente con la dictadura, con un país listado como terrorista, pasándole por encima a las leyes norteamericanas, detrás de un telón de intercambio cultural.
Aquí vemos a Norah diciendo claramente que esto es un «viaje educacional y de intercambio cultural» y no un viaje de negocios, aunque el paquete cueste de $3499 para arriba, un número caprichoso que los artistas cubanos censurados podemos recordar fácilmente. Este es el precio fijado (la habitación más barata del Grand Aston de Malecón y D en el Vedado) una vez que los rezagados que no hayan comprado el paquete antes del 27 de noviembre, no puedan acceder a un 10% de rebaja ofrecido inicialmente (captura en comentarios).
Alguien que sepa que ponga aquí en los comentarios qué capacidad tiene el Teatro Martí de La Habana Vieja. He encontrados datos confusos, desde 2500 a 1200 butacas. Cuál es el porciento que le toca a la cantante, quién sabe, pudiera ser un millón acordado por delante, pudieran ser 500 mil, pudiera ser incluso menos si la convencieron los inmorales conque La Habana merece visitarse hasta de gratis. Los Rollings Stones cobraron dos millones, pero la diferencia es grande, a su concierto accedieron de forma gratuita miles de personas, nacionales de todas partes y extranjeros de todas partes.
La familia cortesana de los Alfonso y el salsero Alain Pérez, acompañan a la cantante americana en esta aventura, muy parecida a la de Mick Jagger en su momento, con un recorrido similar, si no igual muy parecido: carros clásicos por el Capitolio por el Malecón, clase magistral en el ISA, paseo por la Habana Vieja (espero que Norah sepa proteger su bella cabeza), FAC #llevatuquinqué, concierto como si fuera festival de jazz en New Orleans. No, Norah, La Habana no es New Orleans.
De lo que de nadie ha hablado mucho es del título de la Havana experience: «Vive en La Habana», a simple vista pudiera parecer una mala traducción de Live in Havana, como que Norah Jones estará en vivo desde La Habana, pero sutilmente por atrás se lee más como una invitación, inmoral, más que inmoral… En La Habana, las familias cubanas no viven, sobreviven, el país es una gran prisión con un pueblo secuestrado.
Mientras Luisma y Maykel se pudren en sus calabozos, Norah será probablemente llevada durante su visita a la tienda Clandestina en San Isidro, para obtener algún souvenir como una camiseta con un asesino delante, como parte de su paseo en una ciudad catalogada como maravilla del mundo, pero en peligro de derrumbe y donde han muerto niños aplastados por los escombros, como si fuera Gaza.
Por favor, firmen la petición para que Norah cancele su viaje de negocios a La Habana, porque con los dictadores no se negocia, con los terroristas no se hacen tratos ni se les acepta invitaciones. #nonorahnoahora #cancelhavana #singforfreedomnotfortyranny
#NoNorahNoAhora Firma la petición para que Norah por lo menos se dé cuenta de las implicaciones morales de su viaje de negocios a #Cuba. Norah se podría poner del lado de los oprimidos, del lado de la libertad y no del lado de la tiranía, es todo lo que pedimos, no pedimos cancelar a Norah, pedimos cancelar La Habana.
https://www.change.org/p/norah-jones-sing-for-freedom-not-for-tyranny