Raúl Muñoz
Berlín.- El peligro y a su vez ventaja de Spotify reside en que estás expuesto a cualquier música. Oyes una canción y esta te lleva a otra y a otra y terminas oyendo cualquier cosa. Ahí está el detalle, en cualquier cosa.
Ahora mismo me deslicé de Sabina a Fito Páez sin darme cuenta. Leí en su reseña que Fito es el músico más músico de todos los tiempos argentinos y accedí a abrir su multi premiado álbum «El amor después del amor».
La primera canción, la que da título al álbum no está mal ni bien, es una canción ahí que no levanta ni odios ni amores. No así con el resto de las canciones que rellenan el multi premiado álbum. Trescientas figuras poéticas en ciento treinta segundos, a diez segundos por canción bastaron para llegar al final, cerrar el multi premiado álbum y buscar el antídoto auditivo.
Fito Páez tiene sin dudas un par de muy buenas de canciones. La bella e inigualable «11 y 6» y su «Giros» dan material para un concierto de siete minutos y 45 segundos, incluyendo un minuto para la pausa entre canciones, los aplausos y los gritos de «te amamos flaco».
Luego cada uno a lo suyo. A buscar en Spotify música para después del amor después del amor.