Por Carlos Cabrera Pérez
Madrid.- Dice la Policía Nacional, citada por la prensa del movimiento que -tras el atentado a Alejo Vidal-Quadras- estarían los ayatolás iraníes; habrá que demostrar la implicación del Savak en el crimen y ya Teherán la ha desmentido.
Pero sería bueno que la ministra de Defensa en funciones comparezca y expliqué dónde estaba la Contrainteligencia española (léase CNI), que ha permitido un atentado en el corazón de Madrid, estando la nación en alerta antiterrorista, desde la agresión de Hamás a Israel.
Sería bueno que el ministro del Interior en funciones ponga en búsqueda y captura a los miembros de Jovents Junts que jalearon el atentado, escribiendo: Este es el camino para destruir el fascismo. Los pichones del nacional-socialismo catalán, insultando gratis a los demócratas.
Nada extraño en analfabetos funcionales, educados en el reino del pujolismo y que se creen todas las mentiras nacionalistas, incluida la represión franquista.
A ver, sicarios y jaleadores. Las quince veces que Franco fue a Barcelona, la ciudad se desbordaba de adhesiones, entusiasmo y fervor; el Barça lo nombró socio de honor (1965) y lo condecoró en tres ocasiones (1951, 1971 y 1974); igual número de veces que el Generalísimo lo salvó de la quiebra con recalificaciones urbanísticas y un crédito a fondo perdido de 43 millones de pesetas, de 1971, echen cuentas.
Y el Barça heroico y antifranquista que solo existe en la cabeza de la panda de cretinos fascistas, ganó ocho ligas y nueve Copas del Generalísimo, mientras Cataluña se beneficiaba del vaciamiento de Extremadura y Andalucía, que fueron grandes víctimas de la dictadura y mano de obra barata en los años del desarrollismo y no la Cataluña irreal inventada por Pujol y sus cínicos continuadores, incluidos ERC y su melancólico Rufián, que va de niño malo y no lo votaron en su pueblo de adopción para alcalde.
(Tomado del muro de Facebook del autor)