José Walter Mondelo García ()
La Habana.- Hace 110 años nació el gran filósofo y escritor francés Albert Camus, premio Nobel de Literatura (1957) y uno de los pensadores más influyentes del siglo XX. Novelista, dramaturgo, ensayista, periodista, Camus fue sobre todo un rebelde existencialista que defendía la disidencia y condenaba por encima de todo la violencia. Militó activamente contra el franquismo y el nazismo y fue, con Einstein, Russell y Sartre, de los escasos intelectuales que condenaron públicamente el uso de la bomba atómica en Hiroshima. Obras como La peste o ensayos de la talla El hombre rebelde y El mito de Sísifo le valieron el Premio Nobel de Literatura en 1957 por «poner de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».
Algo que se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio.
No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.
El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.
Hay causas por las que vale la pena morir, pero ninguna por la que vale la pena matar.
La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas.
Los artistas piensan según las palabras y, los filósofos, según las ideas.
A pesar de las ilusiones racionalistas, e incluso marxistas, toda la historia del mundo es la historia de la libertad.
Inocente es quien no necesita explicarse.
Al principio de las plagas, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. [..] Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad, es decir, al silencio.
La gran Cartago lideró tres guerras: después de la primera seguía teniendo poder; después de la segunda seguía siendo habitable; después de la tercera ya no se encuentra en el mapa.
Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.
Si el mundo fuera claro, el arte no existiría.
Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.
Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad, la prensa nunca será otra cosa que mala.
No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.
El instante en que ya no sea más que un escritor habré dejado de ser un escritor.
Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad.
Los mitos tienen más poder que la realidad. La revolución como mito es la revolución definitiva.
Siempre he creído que si bien el hombre esperanzado en la condición humana es un loco, el que desespera de los acontecimientos es un cobarde.
Crear, es vivir dos veces.
La verdadera generosidad para con el futuro consiste en entregarlo todo al presente.
No hay nada más despreciable que el respeto basado en el miedo.
En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible.
Nadie se da cuenta de que algunas personas gastan una energía tremenda simplemente para ser normales.
La libertad consiste, en primer lugar, en no mentir. Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa.
¿Quién podría afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?
El mal que hay en el mundo casi siempre viene de la ignorancia, y las buenas intenciones pueden hacer tanto daño como la malicia si carecen de entendimiento.
El que se adhiere a un a ley no teme el juicio que lo sitúa en un orden en el que cree. Pero el mayor de los tormentos humanos es ser juzgado sin ley.
No se trata de saber si persiguiendo la justicia lograremos preservar la libertad. Se trata de saber que, sin la libertad, no realizaremos nada y perderemos a la vez la justicia futura y la belleza antigua.
He visto a personas obrar mal con mucha moral y compruebo todos los días que la honradez no necesita reglas.
Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa.
Donde no hay esperanza, debemos inventarla.
La libertad no es nada más que la oportunidad de ser mejor.
Qué es la felicidad salvo la armonía entre una persona y la vida que lleva.
No es el sufrimiento del niño lo que subleva, sino el hecho de que no esté justificado.
La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo si te mueres.