Juan Manuel Jiménez Muñoz
Málaga, España.-Hay tanto lío en las cifras, que he decidido dedicar este artículo a poner un poco de orden:
Somos 48.345.287 españoles, gilipollas arriba o gilipollas abajo. Y hay 1.652.332 independentistas que, en las últimas elecciones generales, han votado a ERC, Junts, BNG, PNV, CUP y Bildu. Eso supone un 3,4% de los habitantes de España. Insisto: un 3,4% de compatriotas que, gracias a Su Sanchidad, tienen en jaque al otro 96,6%.
Hay 173.000 militantes del Partido Socialista Obrero Español, y sólo a ellos les ha concedido Su Sanchidad el privilegio papal de pronunciarse sobre sus acuerdos postelectorales con los golpistas, unos acuerdos que nos afectan a todos. De ese número, sólo 109.000 militantes del PSOE han acudido a votar, y sólo 95.000 han dicho que sí, que le dan permiso a Sánchez para vender España. Eso supone menos de un 0,2% de la población española. Insisto: un misérrimo 0,2% de la población española ha decidido que nos vayamos todos a la mierda.
Ningún partido político llevaba en su programa electoral el asunto de la amnistía, y por ello es imposible saber con certeza cuántos españoles están de acuerdo o en contra. Sin embargo, el CIS tuvo opción de preguntar sobre ello hace unos días. No lo hizo. Tezanos, como Sánchez, decidió que el tema no era importante. Por lo cual, de nuevo nos hurtan la palabra. Porque de eso se trata, querido lector: de que no votemos, de que no sepamos, de que no digamos, y de cargarse el Régimen del 78 por la puerta de atrás.
Visto que la amnistía no se ha votado en las elecciones y que el CIS tampoco pregunta por ella, las empresas encuestadoras privadas han tomado la iniciativa. Ayer se publicó la encuesta de Sigma2, que arroja resultados muy interesantes: un 51% de los españoles no quiere que se conceda la amnistía, y un 59% prefiere que se repitan las elecciones. Es más: cuando desagregan los datos según el recuerdo del partido al que votaron, resulta que el 41% de los votantes del PSOE está en contra de las cesiones al independentismo y prefiere una repetición de las elecciones. Ojo: eso significa que más de 3 millones de votantes del PSOE no están de acuerdo con lo que está sucediendo ahora, y que puede hablarse ya (sin duda alguna) de un enorme fraude electoral, de una monumental tomadura de pelo a los votantes. Pero a Su Sanchidad, eso le importa un comino.
En fin: que nos tienen secuestrados.
Y ahora, en mi calidad de andaluz, una última reflexión:
Los 16.000 millones de euros perdonados a Cataluña para que Su Sanchidad gobierne (y que pagaremos el resto de los españoles) son exactamente, y curiosamente, el presupuesto sanitario de Andalucía para todo un año. Son 16.000 millones de euros (335 euros por cada español) que el PSOE roba a todos los españoles para dárselos a unos ladrones que han sido condenados por malversar dinero público y por corrupción. Son 16.000 millones de euros que pertenecen a ciudadanos honestos (de los que madrugan cada día para trabajar) y que Su Sanchidad entregará a dirigentes separatistas corruptos. Y es un dinero que ellos no gastarán en sanidad ni en educación para los catalanes, sino que lo volverán a despilfarrar en embajadas exteriores, en policía del idioma, en TV3, en tramas corruptas, en hablar mal de España, en pagar guardaespaldas, en pagar abogados, en preparar otra intentona golpista y en costear el lujoso tren de vida del prófugo Puigdemont. Para eso nos roban a los andaluces nuestros 16.000 millones de la sanidad. Para eso.
A ver, andaluz. A ver, malagueño. A ver, canillero. A ver, sedellano. Cuando cierren tu consultorio local porque los médicos de familia y los pediatras han emigrado a Europa, le pides cuentas a Sánchez, a la militancia de Sánchez y a sus cómplices de SUMAR. A mí, ni me mires.
A ver, andaluz. A ver, malagueño. A ver, canillero. A ver, sedellano. Cuando tarden seis meses en operarte de cataratas, te jodes y no protestes. Sobre todo si has votado a esa calaña.
A ver, andaluz. A ver, malagueño. A ver, canillero. A ver, sedellano. Cuando tu médico de cabecera tenga una semana de demora para tratarte un catarro, no se te ocurra gritarle, ni insultarle. Te vas a Madrid y le pides cuentas a quien extiende los cheques, que probablemente será el que has votado tú. No yo.
A ver, andaluz. A ver, malagueño. A ver, canillero. A ver, sedellano. Cuando las urgencias de tus hospitales estén a rebosar y tu abuela tenga que esperar dos días en una camilla para ser ingresada, no me organices más “mareas blancas” ni me hables mal del PP. Te jodes y, la próxima vez, piensa mejor a quién autorizas para que regale tu dinero a los golpistas.
Y mira que te lo avisé con tiempo.