Por Pablo Alfonso (Especial para El Vigía de Cuba)
México DF.- Siempre quise viajar a México. Fue un sueño que siempre acaricié, pero lo ví muy distante por culpa de haber nacido en la Cuba que se robó Fidel.
Desde pequeño adoré su cultura. Mi padre -el cuentero mayor de San José de Las Lajas- decía que cantó con Jorge Negrete. Voz tenía para eso y mucho más. Pero no, ese dúo sé que no se dio. También me dijo que María Félix se quedó anonadada cuando lo vio. Figura tenía mi padre para eso y mucho más. Pero no, sé que Maria Bonita, nunca lo miró.
Crecí riéndome con Cantinflas y Tintán. Adoraba la época de oro del cine mexicano. Me regocijaba al ver a ilustres cubanos en la pantalla grande, máxime si esa industria, era el centro de las cintas comerciales de Latinoamérica y del habla hispana.
Por ahí pasaron iconos de la cultura cubana como Rita Montaner, Rosita Fornés, Bola de Nieve, Luis Carbonel, Benny Moré, Pérez Prado, Carmen Montejo, Amalia Aguilar, María Antonieta Pons, y muchos más. Todos, iban y venían como sucede con cualquier artista del mundo que triunfe en otra nación.
Luego, en las telenovelas mexicanas, comenzaron aparecer otros rostros como César Évora, Niurka Marcos, Francisco Gattorno, Aylin Mujica, Raquel Olmedo, Rolando Brito, William Levy y mucho más, como el talentoso Rafael Ernesto Hernández a quien conocí cuando estudió actuación con mi sobrino mayor.
De estos últimos, poco o nada se habla de ellos en la Cuba donde nacieron. Todo, por emigrar. Manía de un país de silenciar tanto talento.
Hoy, a muchos de los artistas cubanos que triunfan en esta geografía mexicana y en otras latitudes, no los dejan entrar a su cuna natal. A la chilena Mon Laferte, ganadora de varios premios Grammy, que triunfó primero en México y luego en su país, no le puede pasar por su mente, que esto les suceda a los cubanos.
Y así es, el régimen se acoge el derecho de dejar entrar a Cuba al que les dé la gana. Te privan de volver a tu país, como si el país fuera de ellos y tú hubieras nacido en la Isla de la Tortuga y no en la Mayor de las Antillas. Y si no te dejan entrar, mucho menos se puede esperar que divulguen en los medios oficiales tus películas, novelas, canciones y cuánta obra artística salga de creadores que piensan diferente o simplemente, piensan.
Mientras, yo seguiré disfrutando de mi paso por México. Pero me sigue reventando y mucho, que los cubanos de allá, no puedan disfrutar de estos encantos.