El cubano Dayán García es ahora la voz del pádel, un pujante deporte en el Estado mexicano de Baja California
Se trata de Dayán García La O (Matanzas, 1985), el “Brown” para sus cofrades de la vieja escuela, periodista de profesión, torpedero más que decente y flamante campeón del Maja Grand Slam 2023, uno de los certámenes de pádel más importantes de México.
Sus inicios fueron como los de todo emigrante: reinventarse para salir adelante, ayudar a su familia, y conseguir esos pequeños sueños que, como cantaba Varela, ayudan a vivir…
En Cuba siempre te destacaste en los torneos de softbol de la prensa… ¿Cómo llegas al pádel?
Imagínate, aquí también jugaba béisbol y softbol, pero un día con un amigo fui a conocer el pádel, no sabía ni que existía ese deporte… Cuando lo vi, me percato de que era un deporte altamente transmitible, por lo emotivo, por lo rápido de las acciones y me dediqué a estudiarlo.
Yo jugaba tenis de campo, tenía cierta noción de los conteos, de los tipos de golpes y tal, pero me puse a ver vídeos de pádel, tutoriales, su técnica… Vi competencias de World Padel Tour, y cuando sentí que estaba preparado para hacer algo al menos decoroso, fui me presenté en un club y dije: “Quiero narrar pádel”.
Nadie lo hacía entonces, me pusieron a prueba un juego y me contrataron de inmediato. Aquello me sedujo para comenzar a practicar el deporte, empezando, claro, por la quinta fuerza, la más baja.
Luego uno va subiendo de nivel, y el torneo que recién ganamos es mi último en cuarta fuerza, pues ya el comité técnico me exige subir de nivel.
¿Cómo es narrar el pádel?
Bueno, yo vengo de la escuela radial cubana, y aquí también me dedico a la narración. Soy narrador de los equipos profesionales de baloncesto y béisbol de Mexicali, los Soles y las Águilas.
Pero el pádel, un deporte que tiene elementos del tenis de campo, del front tenis, el racket ball, tiene una narración más pausada, en la que, más que relatar, se comentan los intercambios y se describe la definición de los puntos.
Sé que es un camino largo. Cada día que narro pádel aprendo. Siempre intento que los coaches, muchos de ellos argentinos, me enseñen, me expliquen.
Cada vez que tengo la posibilidad los invito a que me comenten para preguntarles de determinadas jugadas, sobre todo de táctica, de técnica.
¿Qué tanto gusta el pádel en México?
Mira, estamos hablando de que el pádel hoy posiblemente sea el deporte de mayor crecimiento en el mundo, sin discusión. En la ciudad donde yo resido, Mexicali, el pádel llegó hace menos de 2 años, había unas cuatro canchas, y hoy hay más de 40 canchas, y se están construyendo tres nuevos clubes.
Por ejemplo, en el último torneo que tuvimos en el club Pádel Norte fueron más de 900 personas inscritas, o sea, estamos hablando de un deporte que llegó para quedarse.
¿Qué te seduce del pádel?
Brother, el pádel es un deporte fascinante, sobre todo porque es muy amigable, muy sociable, en el sentido de que es para todos: para el deportista de alta competencia y para el que nunca ha practicado deporte, porque juegas con tus iguales, con personas que están a tu mismo nivel.
Es un deporte fácil de practicar, digamos, a nivel recreativo, aunque a nivel competitivo tiene otras exigencias.
¿Es el pádel un deporte para ricos?
A veces deja esa impresión, como el tenis o el racquetbol. Pero yo no soy rico, yo vivo de mi trabajo y me alcanza para jugar los partidos que quiera la semana, sin descuidar nada más.
Yo prefiero practicar deportes y gastar, no sé, 10 dólares jugando pádel una hora y media, que comprándome 12 cervezas para “pistear”.
A mí nunca nadie me ha cerrado las puertas de una cancha, ni nada por el estilo. Y aunque exista el prejuicio, no creo que sea excluyente para quienes quieran practicarlo, independientemente de su estatus social.
¿Cómo te dejó el título en el Maja Grand Slam?
Cansadísimo, con la rodilla hinchada, sin voz… Fueron 9 grupos de 4, en total 36 parejas. Tres días jugando dobles, una locura. Estamos hablando del torneo de pádel más importante en Baja California, que además es una parada del circuito profesional mexicano de pádel.
Eso incluye, por supuesto, la presencia de la categoría open, que tiene una bolsa de dinero importante.
Competí de pareja con Raúl Leyva, en cuarta fuerza varonil. Pasamos como segundos de grupo, pues perdimos el tercer juego, pero el deporte siempre da revancha, mis compañeros de grupo avanzaron invictos, y nos tocó enfrentarlos en la final.
Al final nos llevamos la victoria en tres sets, cerrados. Hace unas semanas también ganamos el Torneo Palestra, y estoy muy feliz de conocer este deporte, de ir aprendiendo y lógicamente de mejorar y subir mi nivel.
¿Andas en algún nuevo proyecto periodístico-deportivo?
Tengo un proyecto editorial, una revista mensual sobre pádel, La Volea. Yo vengo de la revista Bohemia, de toda la vorágine, el movimiento, la forma y filosofía de vida de una publicación impresa.
Y esa revista quiere mostrar el pádel, que quienes lo juegan se vean reflejados, que sea de la gente que invierte en del deporte.
También será una revista para los entrenadores que dejan su país y llegan aquí a enseñar pádel, a enseñarnos a amar el pádel.
Estoy apostando mucho desde lo emocional a este proyecto, sobre todo muchas ganas, que al final es lo que nos dicta el camino.