Por Javier Bobadilla (Archivo)
La Habana.- En el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, la oposición política es llamada La Muy Leal Oposición de Su Majestad. Hay un Líder de la Oposición, que tiene una oficina, cobra un sueldo -generoso- pagado por el Estado y participa en El Muy Honorable Consejo Privado de Su Majestad. El actual líder de la oposición es El Muy Honorable Caballero Sir Keir Starmer.
Yo digo eso y me erizo.
¿A qué se dedica la oposición inglesa? ¿Cobra -al menos el líder- por estar ahí, y ya?
Es complicado. Depende.
El miércoles al mediodía es la hora de las Preguntas al Primer Ministro en la Cámara de los Comunes. Ahí, el Líder de la Oposición tiene derecho a hacerle seis preguntas al Primer Ministro, delante de todo el mundo. El Primer Ministro las puede responder, o delegarlas en un ministro. Aparte de eso, La Muy Leal Oposición de Su Majestad forma un gabinete ministerial paralelo, desde donde estudian, critican y ofrecen alternativas a las decisiones tomadas por el gobierno.
Da que pensar.
La Oposición es Leal. La Reina oye consejos del líder de los opositores. El Líder de la Oposición cobra por oponerse. Aparte, cuestiona públicamente al Primer Ministro, todos los miércoles.
Para colmo, la realización política de un Líder de la Oposición es llegar a ser Primer Ministro. Y no se lo esconde a nadie, ni nadie se molesta. Se espera que sea así. Winston Churchill, Margaret Thatcher, Tony Blair, fueron, antes que Primer Ministro, Líderes de la Oposición. Estudiaron la situación. Vinieron del lado perdedor, y aprendieron, criticando los errores del lado ganador.
¿Por qué hacen esto los ingleses que, por una bronca, derrumban un estadio de fútbol en un juego del Liverpool?
Porque los ingleses saben que derrumban un estadio cuando pierden los estribos. Y son gente increíblemente práctica -no sólo para nuestro standard, sino para el standard europeo-, que entiende que la cosa tiene que funcionar independientemente de las emociones. Que hay cinco minutos de gritería e insultos, y a las 3.00 se toma el té levantando el dedo meñique.
Hay otros países que usan este método, pero el origen está en Gran Bretaña, en el 1800 y algo. Hace mucho tiempo entendieron que equilibrar dos fuerzas opuestas era el equivalente de construir una cúpula. Y mantener una sola fuerza en una dirección determinada, sin que se desvíe, era como construir una pirámide, pero de cabeza.
La cúpula se usa mucho en arquitectura. La pirámide invertida, bueno…, ya la estamos viendo.
¿Y por qué es Muy Leal la Oposición de Su Majestad, si se opone?
Ahí fue donde los ingleses se escaparon del pelotón. Porque definieron la Lealtad como lealtad a La Corona y la Patria, no al gobierno. Al gobierno no se le debe lealtad ninguna. La decisión fue tomada en un momento en que Gran Bretaña no era el país estable que conocemos hoy, y necesitaban objetar las decisiones del poder sin que esto constituyera traición a la patria ni a la corona.
Yo sé que no estamos en Inglaterra, ni en Escocia, ni en Irlanda del Norte. Ni la Corona, ni el Gobierno, ni la Oposición son ingleses.
Quizá falte dar el ejemplo. Aquí, nunca hemos derrumbado un estadio de pelota, por una bronca, en un juego de Industriales contra Santiago. Y creo que eso es un buen principio.
P.D. He visto algún post en las redes, sugiriendo preparativos para el 15. Más exactamente, sugiriendo prepararse para una batalla urbana. Sé perfectamente que no vienen de Archipiélago. Mi humilde petición, PARA CUALQUIERA DEL BANDO QUE SEA, es que si añora una batalla, se quede en casa ese día. Lo voy a repetir sin metáforas apocalípticas, en lenguaje llano:
Ama al prójimo como si de tí mismo se tratase. No hay que pensar igual para respetar. Que la paz esté con ustedes