Arturo Mesa
Atlanta.- Antes de hablar de bloqueos quienes verdaderamente se preocupan por resolver los problemas de la población, pudieran sentarse a analizar que existen diversas maneras de fomentar producciones. Yo me atrevería a decir que tantas como uno es capaz de imaginar, pues para eso el cerebro existe y tiende a ser fértil.
Yo veo tres enormes debilidades en la forma en que manejamos la economía que, de resolverse, aumentarían de manera inmediata la creación de riquezas y las producciones deficitarias.
En primer lugar, carecemos de un mercado mayorista. Lógicamente el que piensa en montar un negocio no puede comprar los productos en el mercado normal porque tendría que disparar los precios, y por eso es que hoy no vemos reducción en los mismos a pesar de los emprendimientos que se abren a diario.
Usted diría que si el estado no tiene recursos para importar para el consumo imprescindible, como aseguró el presidente, mucho menos va a tener para un mercado mayorista. Esa dicotomía es un asunto indispensable para lograr bajar precios y producir más. Entonces a alguien se le pudiera ocurrir, por ejemplo, que ese mercado lo pudiera gestar también un particular o un grupo de ellos. Tendría que haber disposición de regular precio de importaciones por el Ministerio correspondiente o darle autorizo de importación directa al implicado, cosa que no tenga que pasar por precios de oficina que al final distan poco de los precios de venta final.
En segundo lugar, yo propondría revisar la posibilidad de alianzas de inversiones extranjeras con entidades nacionales independientes. Mi cuñado hace cintos en Valencia y pudiera montar una planta para mí en Luyanó. ¿Por qué no? Con el Estado, es obvio que muy pocos se arriesgan, ni mi cuñado quiere poner el dinero ahí. Pero el razonamiento sigue siendo que es mejor cuidarse de “cierto nivel de riquezas”, que, de rebasarse, pondría en riesgo toda la justicia social y hasta el propio sistema” como han dicho los adictos a la pifia, . Entonces no es factible tal tipo de apertura.
Y lo tercero es la existencia de un banco de inversiones para emprendimientos. Vaya, ni siquiera voy a indicar una institución privada para que no me tilden de imperialista. Digamos una misma institución estatal destinada solamente a aprobar montos destinados a operaciones vitales para la economía. La teoría del capital inicial es linda, pero no funciona cuando el emprendimiento es considerable. Si yo quiero abrir, por ejemplo, un gimnasio, necesito tener equipos para ser, al menos, rentable y cualquier equipo de gimnasio te cuesta cientos de dólares, dinero que muy pocos de nosotros podemos tener. De ahí la necesidad de una institución que apruebe el préstamo y adelante la obra. Ese dinero va a regresar siempre a la institución que hizo el préstamo por lo que no hay que temerle al concepto, y el nivel de vida local aumentaría. Yo dije gimnasio pero puede ser una despulpadora, un taller de muebles o una planta de soldar equipos pesados. Cualquier cosa que resuelva los miles de problemas que tenemos hoy. Supongo sea mejor aducir que esas son teorías capitalistas y volver a la queja perenne sin que resolvamos nada. Al final, los de las quejas tienen sus trabajos, sus transportes y sus alimentos resueltos así que: ¡Qué viva el Bloqueo!
