Por Ernesto Díaz
Santiago de Chile.- Después de nueve años, volví a pisar un estadio de pelota. Me puse nervioso cuando vi la grama y el uniforme de las cuatro letras. Aunque nos hemos convertido en una mascota mundial, a uno le corre el béisbol por las venas y sufre cada derrota del equipo.
Hoy perdimos con Brasil. Mañana puede ser con Guyana. Y nada, no pasa nada. El INDER seguirá con su misma estrategia de hace 60 años y el Granma lo apoyará con sus obsoletos análisis. “La culpa la tiene la medalla de la dignidad”, ha dicho uno de los cubanos presente en el desafío.
El estadio de Santiago de Chile es un llega y pon. Se parece al Tricontinental de Guáimaro, pero en 3D. Está en el medio de la nada, como si fuera un desierto. El polvero es horrible. Para llegar a las gradas, hacen un control de seguridad riguroso y te pasan un detector de metal por todo el cuerpo. De ahí, a los palcos, hay como 150 metros.
Había muchos cubanos apoyando al equipo. Qué lindo es llegar a un lugar donde te encuentres a tus compatriotas, más allá de su posición política. A mi izquierda tenía a Mijaín López, Javier Sotomayor, Ruperto Herrera y a Julio César la Cruz. Sentada a mi derecha estaba Yumilka Ruiz, aquella mujer que volaba sobre la net. Llevo 10 años sin ir a Cuba y ver a esos jerarcas me conmovió, a pesar de no estar de acuerdo con su ideología absurda.
“Hernández Luján me acaba de hacer una entrevista al lado de los baños portátiles y había una peste a meao terrible”, le comentó Yumilka a Sotomayor.
Detrás de mí estaban Luis Miguel Navas e Irait Chirino, ambos residentes en Chile desde hace varios años. Chirino estuvo muchos años viviendo en Brasil y conoce de sobra a esos jugadores. Aquí les dejo parte de la charla entre esos dos estelares.
Navas: Ese equipo cubano no conversa en el campo de juego. Cero comunicación entre ellos.
Chirino: Lazo debe sentirse impotente por no coger la pelota y lanzar.
Navas: Si no fuera por el fildeo de Raúl González en el primer inning, este partido estuviera abierto.
Chirino: El pitcher brasileño tira muchas rectas y caen en zona mala. No es abridor y cuando monta a los bateadores en tres y dos, viene con rompimientos.
Navas: El swing de los cubanos es muy lento. El frío les pasa factura.
Chirino: Había que tener información del rival, Cuba no estudió a Brasil.
Navas: Brasil sí estudió a Cuba y los lanzadores le están cambiando el tiempo a los bateadores.
Chirino: El sistema de pitcheo de Erlys Casanova es muy manso para los brasileños.
Navas: Ni un juego hubiésemos ganado. La pelota cubana se acabó en el 2009.
Esta vez no hubo hostigamiento a los peloteros por parte de “cubanos pagados por la CIA”. ¿Qué dirá Germán Mesa cuando llegue al aeropuerto José Martí? ¿Por qué se perdió ahora? ¿Hacía mucho frío en Chile? ¿Fue por culpa de los apagones en la Villa Panamericana?
Al paso que vamos, con tantos fracasos, celebraremos por todo lo alto haber clasificado a unos Centroamericanos o a los Panamericanos. Saldremos a las calles espontáneamente a disfrutar ese gran logro de nuestra selección nacional. A nadie le pediremos permiso. Hasta con una conga vamos a arrollar. ¿No hay medallas? Eso que importa. A fin de cuentas, hemos vivido toda la vida del honor. Y ya ustedes saben: para el honor, medalla de oro.