Por Robert Pratt

Miami.- En el béisbol cuando no haces carreras, te las hacen a ti y los Astros de Houston pagaron caro no marcar en el final del octavo inning, cuando tuvieron las bases llenas, porque en la misma situación, en el principio del noveno, Adolis García bateó un grand slam que enterró las esperanzas locales de acabar la Serie de Campeonato de la Liga Americana en seis partidos.

García había tenido una noche pésima: cuatro ponches en cuatro visitas a la caja de bateo, pero en el noveno llegó su oportunidad, y mandó la pelota, de línea, a 375 pies por encima de la cerca del jardín izquierdo para poner el definitivo 9-2 en la pizarra.

De un solo golpe se convirtió en el jugador más destacado de los Rangers, en un partido en el que pintaba para villano, en esas cosas que tiene el béisbol y que lo convierten en un deporte espectacular.

Los números del cubano en la presente postemporada son espectaculares y llegó hasta las 15 carreras impulsadas en 11 juegos disputados.

Por Los Astros, Yordan Álvarez bateó dos hits en tres turnos, anotó una vez e impulsó otra carrera, además de tomarse un ponche y recibir un boleto intencional.

José Abreu conectó dos hits en cuatro turnos, en un juego en el cual Nathan Eovaldi sumó su cuarto éxito de la postemporada, la mitad de los conseguidos por los Rangers, que dependerán de Max Scherzer para el partido de este lunes ante Cristian Javier.

Este lunes, en el Citizens Bank Park, los Phillies de Filadelfia intentarán darle la estocada final a los Diamondbacks de Arizona. La serie marcha 3-2 favorable a los de Filadelfia.