Por Arturo Mesa
Atlanta.- A veces, más que la mentira, me molesta la inconsecuencia. Si usted miente y le descubren ya no lo toman por serio, pero a veces usted no miente, aunque actúa contrario a lo que promueve.
Por ejemplo, si usted desea poner fin al injusto y cruel bloqueo de Estados Unidos, no puede acusar a Israel de asesinato, instantes después de un dudoso bombardeo a un hospital y no hacer lo mismo luego de una confesa masacre perpetrada por el fundamentalismo de Hamás.
Usted no puede sumarse a las mentiras rusas sobre Ucrania y llamarle “operación militar especial” a lo que, a todas luces, es una flagrante invasión imperialista de territorio Ucraniano.
Tampoco puede llamarle genocida al presidente de Estados Unidos y luego esperar a que el hombre le pague la cena. Usted no puede seguir escondiéndose ante los medios internacionales que quieren hablar sobre derechos humanos tras los sucesos del 11 de julio.
Usted no puede esperar que aquel al que usted llama “enemigo” le ayude a limpiar el reguero que usted mismo creó en su propia casa. Ni puede asegurarle al mundo que respeta el multilateralismo mientras en su país quien se oponga al dominio del «unilateralismo» termina cuestionado o enjuiciado como el caso de la Doctora Alina Barbara.
Usted no puede decir que los derechos humanos son manipulados cuando se trata de Cuba, mientras una sencilla protesta en territorio nacional resulta perseguida y castigada, así como una publicación contraria a los intereses del Inmortal.
Ni puede decir que Estados Unidos promueve una política migratoria criminal y no aceptar que sus propios errores económicos internos han creado el mayor nivel de desencanto y desesperanza de la historia reciente y no acepta que el único que ha creado algún programa para aliviar los peligros de esa emigración es el llamado enemigo.
Usted no puede aspirar a ser el centro del Universo si no es capaz siquiera de mal alimentar a su población y encima admitir que apenas cuentan con unos dólares para mantener “un cierto nivel de vitalidad del país”.
Tampoco puede aspirar a inversiones extranjeras masivas en Cuba, si usted no respeta el derecho del nacional de crear negocios conjuntos con inversionistas extranjeros y mantiene cientos de opciones de emprendimientos cerrados al cuentapropismo, para no hablar de expropiaciones. En mi opinión, si verdaderamente usted quiere ser considerado para un mejoramiento de las relaciones lo primero que tiene que ser es consecuente.
(Tomado del muro de Facebook de Arturo Mesa)
