PITO ABREU Y LA CONFIANZA DE DUSTY BAKER

DEPORTIVASPITO ABREU Y LA CONFIANZA DE DUSTY BAKER

Por Robert Prat

Miami.- El pésimo inicio de José Abreu con los Astros de Houston me hizo pensar alguna vez que había sido una locura dejar ir al Yuli Gurriel sin darle la opción al menos de un año más. Por momentos pensé que el cienfueguero había caído en una baja física y mental definitiva y que no se recuperaría más.

Más de medio centenar de partidos sumó Abreu con su nuevo equipo, los Astros de Houston, sin sacar la pelota del parque, con un promedio anémico y con apenas un puñado de carreras impulsadas, algunas de ellas frutos de algún batazo inofensivo por el cuadro.

Atrás dejó la marca de 21 juegos sin cuadrangulares de 2017 y casi la dobla, porque llegó a 51 partidos sin ver una pelota volar sobre las cercas, pero le tocó un partido en Oakland, ante los Atléticos, y allá llegó el primero, en un juego de hasta siete cuadrangulares. Pito dio la vuelta al cuadro a toda velocidad, como si la pelota, en vez de rebasar las cercas, se hubiera quedado dentro y buscara cuadrangular de piernas.

Como premio, en la siguiente vez al bate se llevó un pelotazo -tirado intencionalmente- pero no se preocupó por eso, porque comenzaba el despegue.

Desde entonces, sus números en cuadrangulares e impulsadas, fueron los de siempre, pero, con el lastre que arrastró, era casi imposible terminar con números similares a los de sus temporadas previas.

Terminó con 18 cuadrangulares y 90 impulsadas, pero no fue lo más importante, sino lo que representó para los Astros en esos días finales, cuando su equipo se jugaba la clasificación a la postemporada y el liderazgo de la División del Oeste de la Liga Americana. En esos días volvió a ser el bateador oportuno y temible, y ayudó a que el equipo texano terminara primero.

Luego, de maravillas le vino el descanso de tres días antes de ver acción ante los Mellizos de Minnesota. En cuatro juegos contra los Twins bateó cinco hits, tres de ellos cuadrangulares, e impulsó ocho carreras, todo eso en 16 veces al bate.

Antes de esta postemporada, Abreu había ido 44 veces al home en rondas de play off con 14 hits, cuatro jonrones y 13 impulsadas.

Tal vez, como él dijo antes de arrancar la campaña regular, hay que aprovechar los buenos momentos de la temporada, porque habrá meses malos. Ojalá todos los meses malos del cubano hayan sido los dos primeros, y ahora, frente a los Rangers, mantenga el ritmo tremendo del final de campaña y el inicio de los play off ante los Mellizos.

Si sigue así, los Astros tendrán el bate caliente con el que soñaron cuando trajeron al cienfueguero, con la intención de que se convirtiera en un hombre importante en el medio de la alineación. Y en eso tuvo mucho que ver el manager Dusty Baker, quien siempre confió en el cubano. Los méritos son de ambos.

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