Por Carlos Cabrera Pérez
Madrid.- Amigos me piden que opine sobre España y cómo preveo sería el gobierno Frankestein 2, dando por hecho que Pedro Sánchez conseguirá evitar una repetición electoral.
1.- España sigue retrasando las soluciones pendientes a problemas estructurales como la abultada deuda (113% del PIB), baja productividad y precariedad en empleo y salarios.
2.- Considero preferible un pacto de estado entre PSOE-PP a una agonía sin fin por las exigencias de cada uno de los apoyos que consiga Sánchez. Al primer contacto con el PNV, el presidente en funciones se llevó a la ministra de Hacienda. Revelador.
3.- El resultado electoral del 23J y la pésima gestión del PP en campaña y de su propia victoria, ha provocado que una parte de la izquierda se sienta legitimada para hacer y deshacer; aunque parte de su fanfarronería es para espantar el miedo a lo que vendrá pues empieza a quedarse sin argumentos, por incoherencias como las de excomulgar a Vox y darse la lengua con Bildu, que le está comiendo la merienda al PNV en sus narices.
4.- Gobernar siempre es complicado, incluso con un gobierno monocolor, imaginaros con seis socios; varios de ellos contrapuestos entre si porque comparten espacios políticos y electorales, que buscarán sacar adelante sus intereses y cobrar. Por ejemplo, SUMAR tiene dentro a Podemos, que ya ha dicho que quiere dos ministerios, se conformará con uno, el de Irene Montero, la viuda de Pablo Iglesias, pero esa chica ya ha demostrado ampliamente su incapacidad.
5.- Cuatro años se antojan eternos en semejante carrusel, por tanto, no es descartable que Sánchez aguante un año, la clave está en los presupuestos y luego disuelva las cortes, contando con las encuestas; pero el hartazgo social con sus maniobras es notable, pese a que en España carecemos de sociedad.
6.- España será la gran perdedora de la contienda. Pero en su pecado lleva la penitencia, cuando los comisarios de la agenda 2030 y otras maniobras de la izquierda post Muro de Berlín, arremetieron contra los toros y la caza, toreros y cazadores se escondieron, creyendo que era un asunto de políticos.
7.- La propaganda del régimen habla de gobierno de progreso, pero España apenas ha progresado en la legislatura anterior, excepto en mayor gasto público, pues una vez descontado el inevitable efecto pandemia de coronavirus, Moncloa abrió el banco con pólvora del rey para comprar voto cautivo; pero fue incapaz de gestionar fondos europeos, especialmente en I+D+I, incapacidad que comparte con la derecha.
8.- España es el país más envejecido del mundo, no nacen niños y ya ni con dos sueldos pueden las familias llegar a fin de mes, ante la escalada de precios. ¿Alguien tiene un plan? Parece que no.
9.- La izquierda sectaria ha ideologizado la educación, la sanidad, los servicios sociales, etcétera y la derecha incauta ha caído en la trampa, debatiendo enfoques ideológicos y no datos sobre coberturas sanitarias y sociales. Un ejemplo claro es la ofensiva de la izquierda contra la Sanidad madrileña antes, durante y después de la pandemia de coronavirus.
10.- La derecha está abocada a una reforma de fondo y formas para no seguir dejándose arrebatar discursos y el PP debe superar su complejo antiVox y, sin dejar de marcar las diferencias que haya en todos los aspectos, tender puentes con Abascal y la prueba pasa porque sus gobiernos de coalición -tan complicados como cualquier otro. den nueces que recojan los ciudadanos y huyan de la estéril matraca ideologizante, que no es lo mismo que ideología.
11.- Que Sánchez tiene comportamientos desafiantes y antiespañoles no es novedad en el PSOE ni en España, es su manera de entender la vida y la política; pero para que haya un chulo deshaciendo tiene que haber una oposición tolerante, que confunde la cortesía con el buen rollo suicida, y una sociedad adormecida por una mezcla de confort y conservadurismo. (Virgencita, virgencita, que me quede como estoy).
12.- La actual crisis viene de 2007-08, cuando los infaustos Zapatero y Rajoy modificaron la Constitución para poner a los españoles al servicio de los bancos, haciéndoles pagar el desastre financiero made in USA. El PP barrió en 2011, pero Mariano se echó la siesta y Soraya y sus abogados del Estado convirtieron el gobierno en un hato funcionarial, sin criterio político y escasa sensibilidad hacia España y los españoles.
Pero parece que el culpable de todo, una vez más, es Franco, el comodín favorito de los oportunistas, en su mayoría nacidos en democracia y muchos años después de la muerte del dictador, como el propio Sánchez, que lo desalojó del Valle de los Caídos, como si fuera un problema estratégico para la nación, pero nada raro en un señor que un día se confesó atormentado por la posible entrada de Podemos en su gobierno y al siguiente, les dio una vicepresidencia y varios ministerios para gozar de la pesadilla en que se ha convertido para una buena parte de los españoles.
Tomado de Facebook