Por Anette Espinosa
La Habana.- Los gobiernos de Cuba y Rusia quieren incrementar la colaboración bilateral en el tema de la deportación de criminales al país de origen, según declaraciones del fiscal general de euroasiático, Ígor Krasnov, al ministro de Justicia de la nación caribeña, Oscar Manuel Silveira Martínez.
Según una nota de Sputnik, fechada en Moscú, «basándonos en la similitud de nuestras competencias, incluso en la cuestión de la extradición de personas para el procesamiento penal y la ejecución de las sentencias, expreso mi disposición a desarrollar estas áreas en el marco de la cooperación bilateral», dijo Krasnov a Silvera Martínez.
Según el despacho de prensa, la reunión se efectuó este miércoles en la capital rusa, por iniciativa de Cuba, y en la misma «el fiscal señaló el interés de Rusia en la experiencia y la práctica policial cubana, así como en compartir la suya con La Habana».
«Estamos dispuestos a desarrollar nuestra interacción en todas las cuestiones de interés mutuo», afirmó Krasnov.
Además, el fiscal general resaltó que los departamentos de ambos países deben estar en constante diálogo sobre cómo combatir eficazmente los nuevos desafíos y las amenazas, según Sputnik, que vuelve a citar al fiscal general ruso: «Sepan que aquí tienen amigos y nuestro hombro está siempre al lado del suyo».
El ministro de Justicia de Cuba, por su parte, destacó que para La Habana es muy importante el constante intercambio de experiencias y el diálogo con Rusia, pues el sistema judicial ruso está basado en la tradición y la investigación de muchos años.
Asimismo, confirmó que Moscú y La Habana son socios pues comparten políticas similares en materia de lucha contra el narcotráfico y en temas de ciberseguridad.
Krasnov, según la nota, invitó a Silvera Martínez a participar en la selección de los postulantes cubanos que esperan estudiar en la Fiscalía rusa: «Desde hace poco la Fiscalía rusa tiene la oportunidad de formar no solo a los fiscales existentes y mejorar sus cualificaciones, sino también enseñar a estudiantes extranjeros en los programas de educación superior».
Según Krasnov, los estudiantes extranjeros dedican el primer curso solo a aprender ruso, una lengua que suele ser muy complicada para los hispanohablantes.