Diego Jaramillo (Tomado de Sputnik)
Santa Cruz, Bolivia.- El gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) de Bolivia, el partido político que llevó por primera vez a Evo Morales (2006-2019) a la Presidencia, atraviesa tensiones entre sus líderes y corre el riesgo de llegar dividido a la elección presidencial de 2025, advirtieron expertos consultados por la Agencia Sputnik.
«Creo que el MAS va a llegar dividido a las elecciones del 2025. La única oportunidad que tiene son las primarias (cuya fecha aún no está definida), pero como va la temperatura política, no veo que las tensiones vayan a resolverse», dijo a esta agencia la politóloga Susana Bejarano, quien dirige el programa televisivo local de debate político «Desacuerdo».
La analista señaló que estas tensiones tampoco podrán ser superadas en el Congreso del MAS que sesionará del 3 al 5 de octubre en el municipio de Lauca Ñ, en el departamento de Cochabamba (centro), donde Morales forjó su liderazgo hace más de 25 años.
Actualmente, dentro del MAS existen dos grupos de militantes, políticos y organizaciones sociales que se disputan el poder y la candidatura oficial del partido más grande de Bolivia con miras a los comicios de 2025.
Un ala del MAS es leal a Morales, mientras que la otra al actual presidente Luis Arce, que ganó fama como ministro de Economía de Evo desde 2006 hasta 2019, con un breve receso por problemas de salud.
El anuncio del expresidente Morales de su candidatura a los comicios de 2025, el pasado 25 de septiembre, apresuró la agenda electoral en el país y la decisión fue calificada de «prematura» por el Gobierno de Arce, que también llegó a la Presidencia con el MAS en 2020.
Además, una clara señal de que Arce está enemistado con Morales es que el actual mandatario confirmó el 28 de septiembre que no asistirá al Congreso de su partido porque, según dijo, las organizaciones sociales, «que son dueñas del instrumento político», no fueron convocadas al máximo evento del partido.
Sin la presencia de los seguidores de Arce, el Congreso del MAS seguramente ratificará la candidatura de Morales a la Presidencia y a la jefatura del partido.
«El MAS va a desangrarse de su militancia, una militancia que por ahí no quiere realmente ver el movimiento popular partido, pero las alas radicalizadas van a lograr que esta militancia tome una postura por uno u otro, al ritmo que vamos», complementó Bejarano.
En tanto, Marcelo Arequipa, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Grupo de Investigación en Gobierno y Políticas Públicas, sostuvo que nada está dicho hasta el último momento y que la militancia del partido puede ser aún influida para apoyar a uno de los máximos líderes del MAS.
«Es probable que haya una fractura, una división, pero que ahora mismo no se sabe si la facción que no va a apoyar a Evo Morales se queda ahí, dentro del MAS, o formará otro partido político», analizó.
POSIBLES ESCENARIOS
El exvicepresidente de Bolivia y excompañero de fórmula de Morales por 14 años, Álvaro García Linera, reveló hace unos días que Evo le dijo que prefería perder que «ir junto a Luis Arce» en una futura contienda electoral.
«Me dijo que habría que esperar hasta fin de año para ver los resultados de lo que está haciendo, pero la verdad, lo que está pasando ahora es que no se van a mostrar los resultados a fin de año, esto se verá en 2025», señaló García Linera, en un contacto con periodistas.
Arequipa señaló por su parte que la tensión más profunda que enfrentará el partido será entre la estructura política del MAS y las organizaciones sociales que son parte del llamado Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (IPSP) -para diferenciarse de un partido político tradicional-.
«Lo que está pasando es una suerte de desacoplamiento interno en el MAS. Por un lado está la dirigencia del partido, es decir, el aparato político partidario, y eso está conducido por el expresidente Evo Morales», apuntó.
El partido tenía cerca de un millón de militantes en 2019 y es el más grande del país, según el reporte del Tribunal Supremo Electoral divulgado ese año.
Arce ganó las elecciones presidenciales de 2020 con el 55,11 por ciento de los votos, como candidato del MAS, poniendo fin al Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020), que se instauró en Bolivia después del golpe de Estado.
Morales renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre de 2019 presionado por movilizaciones y sugerencias de las Fuerzas Armadas, luego salió exiliado a México y después se trasladó a Argentina, desde donde retornó al país tras la victoria de su partido.
