Por Jorge Fernández Era ()
La Habana.- Ostentar el poder debe ser cosa maravillosa cuando tanta gente se aferra a él. Leo que en Bolivia ha anunciado Evo Morales que aspirará a la presidencia en el 2025 por el MAS, cuando no hizo menos que huir la última vez que lo asustaron. Ahora anda fajado con su excompañero y actual presidente Luis Arce, cosa de la que nadie se enterará por el Granma ni por Cubadebate a pesar de la Ley de Comunicación Social, porque en cosas de gobernar no conviene que el pueblo se entere de que la «izquierda» revolucionaria y combativa tiene también sus debilidades. Eso debilitaría a su vez la monolítica percepción de que los países que aspiramos al «socialismo en el infinito» estamos dirigidos por gente buena, tan buena, que merece estar toda la vida enseñándonos que «se puede» vivir peor creyéndonos lo contrario.
Para apuntalar ese sobrevivir en el trono existe el autoritarismo y su instrumento más efectivo: la obediencia. Si uno la adopta como modo de vida será, políticamente, un ciudadano de primera, aunque no coma como tal. Su alimento espiritual serán las decenas de medallas y diplomas que recibirá por mantenerse al margen de los acontecimientos o pensar que participa desde el silencio y los aplausos.
Desobedecer cuesta caro. Si no pregúntenle a los cientos de presos que hoy purgan condena por «vandalizar» sus neuronas. Si no pregúntennos a Alina y a mí, a quienes se nos imponen dos eternas medidas cautelares que cercenan derechos por el solo delito de defenderlos.
«Contra el poder en cualquier forma que se dé, contra la fuerza y mal uso de la fe desde el poder», como canta Pedro Guerra, he escrito bastante y lo seguiré haciendo. «Obediencia» (incluido en el 2016 en mi libro «Cruentos de humor») es una pequeñísima muestra. Quiero dedicárselo a alguien que tiene el grandísimo poder del talento y que me acompaña gráficamente desde hace tres años en este afán por no quedarme callado y seguir siendo un contumaz desobediente. Mi gran amigo Wimar Verdecia Fuentes acaba de obtener el premio Crayon de Porcelaine 2023 Prix en el Salon de lHumour de Saint-Just-le-Martel Haute Vienne France, por su trabajo como caricaturista en la prensa independiente cubana. A él las gracias, las felicitaciones y el abrazo de siempre.
OBEDIENCIA
Pónganse en mi lugar, dijo el mandatario. Y el país se sumió en una guerra de sus hasta entonces seguidores por sustituirlo.