(La historia que no sabes)
A Pily, por esta historia.
Por Arnoldo Fernández
Contramaestre, Santiago de Cuba.- En la parte vieja del cementerio de Maffo puede verse, sobre una de las tumbas, un angelito en una pose ingenua que llama la atención de los que llegan hasta allí. Ha sido restaurado varias veces por sus propietarios: ¿Por qué lo han hecho? ¿Qué historia invisible tiene el mismo?
Pues en la tumba está enterrado el matrimonio de José Pantoja Garcés y Leonor del Toro Pérez. En vida tuvieron siete hijos: Pepe, Zoila, Leonarda, Armandito, Romarico, Noris y José Luis.
Lo más importante para José y Leonor era la familia, a ella consagraron la vida entera y por eso ganaron el amor y la veneración de hijos, familiares y amigos.
Según Milagro Vega Pantoja, por iniciativa de los hijos se encargó el angelito a un artesano y se colocó sobre la tumba de los amados padres. Fue la forma más hermosa que encontraron de venerarlos.
Algo muy interesante que quizás muchos no sepan, es que a José Pantoja Garcés lo mató un rayo cuando arreglaba la chimenea de una panadería en Contramaestre. La muerte se llevó a Pepe cuando estaba en pleno goce de la vida y en perfectas condiciones de salud.
Lo curioso es que el angelito ha tenido que ser restaurado en varias ocasiones porque ha sido impactado por varios rayos, al igual que la primera persona en ser enterrada en el lugar. Es como si la naturaleza quisiera recordarnos una y otra vez la muerte de José Pantoja.
La familia Pantoja del Toro se empeña en cuidar el angelito; lo hace con recursos propios, para seguir honrando la memoria de sus padres, en especial la de José.
Con sus alas desplegadas sigue ahí, a la vista de todos, como celoso guardián que protege la memoria de un matrimonio que puso por encima de todo el amor a los hijos, al trabajo, a Maffo y a Contramaestre.
*Publicado el 28 de octubre de 2016 en el blog Caracoldeagua