Por Jorge Menéndez (Especial para El Vigía de Cuba)
Madrid.- En Ucrania están estipuladas elecciones presidenciales para 2024. Hace unos días, el presidente Vladímir Zelenski, como no podía ser de otra manera, le pidió a la Unión Europea cinco mil millones de euros para sufragar los gastos de dichos comicios, sin embargo recibió un sonoro ‘no’.
Paralelamente, dijo que tendría que pasar al parlamento un proyecto de ley, pues como el país está en guerra, no está establecido ningún proceso electoral en tales circunstancias.
El tema había quedado en stand bye hasta que comenzaron las encuestas a dar como resultado una gran desaprobación a la gestión del mandatario, por la imperante corrupción, de la que él mismo forma parte.
Ayer, su esposa decía que ella no apoya otro mandato de su esposo, y que solamente se presentaría si ellos sienten que su pueblo los apoya y el país lo necesita. Todo eso esta perfecto, pero ¿quién pondrá los cinco mil millones de euros?
Polonia ya no le va a poner más armamento ni va a comprar sus cereales. En Eslovaquia habrá elecciones el 30 de septiembre, y se da por descontado que ganarán las fuerzas contra la guerra y se acabará desde allí la ayuda militar a Ucrania.
Hungria sigue con el bloqueo a sus cereales. Bulgaria y Rumanía no han quitado el embargo, aunque quieren negociar. Y la voz del Báltico más proucraniana, la de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, lleva mucho tiempo calladita, porque su esposo tiene grandes negocios con Rusia, a pesar de los 10 paquetes de sanciones.
La cosa no pinta bien para Zelenski.
LAS COSAS NO PINTAN BIEN PARA ZELENSKI
