Por Oscar Durán
La Habana.- El país tiene hoy una afectación de 856 MW para la hora pico. Esto último es bastante subjetivo porque te tumban la corriente a cualquier hora, sin previo aviso. Y si te rompen los equipos electrodomésticos, pues jódete, problema tuyo.
En anteriores trabajos, he dicho que quien le falló a Cuba no fue su (des)Gobierno, fuimos nosotros, su pueblo. Ahora mismo, en Tapachula, por ejemplo, hay miles de cubanos transformados en leones porque quieren un permiso para seguir camino a los Estados Unidos. Son fieras, se fajan con todo el mundo, reclaman derechos, gritan a coro “queremos permiso.” Contra, y por qué no hacemos lo mismo aquí cuando Miguel Díaz-Canel baja de su helicóptero en cualquier pueblucho hambriento a hacerse el héroe. Nos quedamos callados, muertos de miedo y la guapería se nos va para el…. Sí, para ahí mismo.
Señor mío, acabémonos de dar cuenta de que este es el momento idóneo para tumbar a estos esbirros. Están acorralados, en medio de una crisis sin precedentes en la isla. Como mismo llegamos a cualquier país y queremos ser los más guapos del continente, apliquemos esa misma metodología adentro, todos, unidos.
¿Quién se iba a imaginar que en pleno 2023 estaríamos de apagón en apagón y pagando un cartón de huevo a tres mil pesos?
Es hora de apagar a esta gente de una vez y por todas. Se están riendo en la cara de nosotros hace más de medio siglo. Estamos al límite, cubanos. La culpa no la tiene la supuesta crisis mundial de la que habla Canel en la ONU. La culpa es de toda la partida de descarados que gobiernan Cuba.
A los de la cúpula no les falta nada. Tienen de todo, incluso, hasta Mipymes. Si Manuel Marrero quiere un enchilado de camarones, con tres palmaditas sobre la mesa es suficiente para que le caiga de fly el alimento. Ellos desconocen los apagones. En su vida los han sufrido. Mientras tú estás matando mosquitos, con la cara llena de grasa y echándole aire a tu hijo, ellos están jugando Play Station debajo de un split a todo meter.
El apagón se lo debemos dar nosotros a ellos de una vez y por todas. Que se vayan todos a Venezuela o a Rusia con sus millones y nos dejen construir una sociedad diferente al comunismo. No hay como estar en tu país y vivir de forma digna apartados de tiranos y dictadores.
Hoy mi prima puso en Facebook: “Vendo un riñón y parte del hígado o los cambio por una planta eléctrica”.
Prima, si vas a querer cambio, que sea por libertad. Con libertad tendrás planta eléctrica y todo lo demás.