Por Arturo Mesa ()
Atlanta.- Pensándolo bien, este capítulo debió llamarse «Adiós a las Ostras», porque exactamente ese fue el cartel que vi en la cocina del restaurante cuando llegué ayer.
“Oysters leaving soon” que vendría siendo “Las ostras que se van pronto”.
Yo quise hacer un análisis semántico de aquella frase a ver si entendía mejor porque no me resultaba coherente aquello. ¡Dime tú! Creo que en un primer impulso me puse contento. Ja, ja…ya no me tengo que romper la cabeza identificando ostras redonditas de flaquitas de alargaditas ni de blu no sé qué. Un problema menos para la recarga cerebral de un Luyanense que intenta funcionar en un restaurante de mariscos de Atlanta.
Pero me picaba la curiosidad y esperé a que me pasara un jefe por al lado y cuando al fin sucedió, le pregunté: Ven acá…¿ya nos quedamos sin ostras?
A mi pregunta, la mujer respondió que sí. Por tanto, tesis confirmada, mi masa encefálica en constante alerta pierde parte de su contenido de trabajo y por tanto, se relaja. Es decir, resulta mucho más fácil reconocer cinco tipos de tacos que ocho tipos de ostras. Lo que… antes de que la jefa se fuera le hice la pregunta que aún lamento: ¿»y ahora qué ofrecemos»?
Les juro que con la respuesta de la mujer estuvo soñando toda la noche; yo veía agua, barquitos hundidos, aguas malas, burbujitas y un tipo que se iba hundiendo mientras decenas de ostras lo miraban descender. Haste soñé con un Submarino Amarillo…I’d like to be…under the sea…In an octopus’ garden in the shade…
“No, no, no Arturito–respondió la jefa–. Ostras tenemos, lo que ya se acaba la temporada de las tradicionales y ahora empezamos a ofrecer las barcat, las Blue Point las Richards Gulf, las Gillardeau y cuatro o cinco más.
