Por Pablo Alfonso
Santiago.- Muchos creímos que Lenier Mesa después del bochornoso salto que se dio al Festival en Cayo Santa María, iba a reflexionar y daría su brazo a torcer.
Mintió como un cobarde. Dijo que había ido a Cuba a ver a su abuelo y ni por su natal Güines pasó. El viejo Basulto, se quedó con las ganas de ver a su afamado nieto.
Lenier justificó su desacertado viaje. Negó por doquier su relación con la dictadura cubana. Nadie le creyó. De ahí la suspensión de varios de sus conciertos en los propios Estados Unidos.
Cientos de sus seguidores se han sentido traicionado por el muchachito de la voz rajada. No son pocos los que han decidido no escuchar ni un tema más del malnacido güinero.
Lenier, no conforme con su desastroso actuar, fue por más. Se superó así mismo. Agredió junto a Boris Arencibia (productor y organizador del festival de marras) su guardaespaldas y otro individuo al influencer cubano Ultrak.
Todo ocurrió en el restaurante La Mesa, de la ciudad de Miami. El reconocido Youtuber cubano se defendió de la cobarde agresión, pero recibió heridas en sus brazos y un golpe en la cabeza y su esposa una lesión en la pierna.
Ultrak interpuso una demanda contra los cuatro. Y dejó bien claro que nada lo callará. Seguirá denunciando las atrocidades de la dictadura cubana y a todos los que le hagan el juego a los comunistas, como Lenier y Boris.
La justicia americana nada tiene que ver con la cubana. Allí sí se respetan las leyes y el que la hace la paga.
Lenier, Boris y sus secuaces pagarán por la violencia con que actuaron. Y hablando de actuación, es hora de que Lenier Mesa no actúe nunca más. Es hora que no se vuelva a subir a un escenario. Un individuo que actúa con ese nivel de violencia sin importar la presencia de la mujer del agredido, ni las personas presentes en ese centro nocturno, no merece el respeto del público, no merece tomar en sus manos un micrófono. Lo que merece es que este sea el fin de su carrera.
¡Qué final…! Todo por aplaudir al comunismo. ¿Cómo te pago?, diría el cantante… pero no hay pago para tanto desastre de persona.