Oscar Durán
La Habana.- En medio de la Cumbre G77 y China, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, ha tenido que salir a arreglar las declaraciones de Juan Antonio Garmendía Peña, embajador de Cuba en Rusia, sobre la participación de soldados cubanos en el conflicto con Ucrania.
“La posición inequívoca e invariable del gobierno cubano, conforme a la legislación nacional, es contraria a la participación de ciudadanos cubanos en cualquier conflicto, contra el mercenarismo y contra la trata de personas”, dijo Rodríguez Parrilla en Twitter.
Como ven, este despelote del régimen tiene mucha tela por donde cortar. Primero, la dictadura se mantuvo en silencio cuando explotó todo. Después, saca una declaración donde afirma estar trabajando en desmantelar una red de tráfico de personas dedicadas a trasladar cubanos a territorio ruso. Más tarde, detiene, supuestamente, a 17 personas vinculadas con este asunto.
Ayer sale el embajador Garmendía Peña diciendo que Cuba no tiene nada en contra de una participación legal de sus ciudadanos en la guerra, pero el canciller antillano lo desmiente.
Ni entre ellos mismos se ponen de acuerdo. De milagro la embajada cubana no ha sacado un comunicado echando por tierra la nota de Sputnik. No obstante, es muy probable que Rodríguez Parrilla haya levantado el teléfono para decirle imbécil a su embajador. Eso sí, Garmendía se ha salvado de que ahora la dictadura está enfocada en la Cumbre. Cuando termine, algún jalón de oreja le harán al diplomático.
Por cierto, la propia agencia Sputnik ha anunciado una visita oficial a Moscú por parte de Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional, entre el 28 y 29 de septiembre. https://sputniknews.lat/20230914/el-presidente-de-la-asamblea-nacional-de-cuba-visitara-rusia-los-dias-28-y-29-de-septiembre-1143711983.html. Quizás Lazo tenga la misión de pactar en secreto con Putin un repliegue de los soldados cubanos.
Estas son solo especulaciones. Todos conocemos la corta capacidad del presidente del parlamento cubano para cualquier actividad política. De hecho, debieron mandar a otro sesudo más coherente y no al disparatero de Lazo Hernández.
Vamos a ver cómo termina la historia. Por parte de la dictadura no esperemos una respuesta transparente y concreta. Quienes sí podrán sacar todo a la luz son los inocentes que hoy están en la primera línea de combate. Solo ellos dejarán a la dictadura mal parados.
Por el momento, estemos atentos a la visita de Lazo el próximo 28 de septiembre. Quizás vuelva a La Habana con una Matrioska y adentro un mensaje de Putin: “manden más soldados y olvídense de la opinión internacional. Si quieren que Rusia los siga ayudando, ya saben lo que deben hacer”.