La Habana.- Alguna vez este fue el lugar más densamente poblado del mundo, pero esta isla es ahora una ciudad fantasma con una historia muy rara y conmovedora.
Se encuentra justo frente a las costas de Nagasaki, abarrotada de edificios completamente abandonados, un verdadero pueblo fantasma que ha estado deshabitado durante más de cuarenta años.
A principios de 1900, la isla Gunkanjima fue desarrollada por Mitsubishi Corporation, el gigante consorcio de empresas japonesas, que creía correctamente que la isla estaba sobre un rico yacimiento de carbón submarino.
Durante los siguientes cien años, la mina creció cada vez más profunda y más larga, extendiéndose bajo el lecho marino para cosechar el carbón que estaba alimentando la expansión industrial de Japón. En 1941, la isla, con menos de un kilómetro cuadrado de superficie, estaba produciendo 400.000 toneladas de carbón al año.
Muchos de los obreros de la mina submarina eran trabajadores forzados de Corea, con un tratamiento de casi esclavos. Pero más notable que la mina fue la ciudad que había crecido en ella. Para acomodar a los mineros se construyeron complejos de apartamentos en edificios de diez pisos sobre la pequeña roca, un laberinto de gran altura unido por patios, pasillos y escaleras.
Había escuelas, restaurantes y casas de juego, rodeados todos por un muro protector. La isla se conoció como «Midori nashi Shima», o sea, la isla sin verde.Sorprendentemente, a mediados de la década de 1950, albergaba a casi seis mil personas, lo que le da la mayor densidad de población que el mundo haya conocido, pero después que el carbón se acabó, Mitsubishi cerró la mina y todos se fueron, la ciudad insular fue abandonada, dando espacio al regreso de la naturaleza.
Los apartamentos comenzaron a desmoronarse, y por primera vez, en los patios áridos, cosas verdes comenzaron a brotar, la naturaleza comenzó a recuperar su espacio. Vidrios rotos y periódicos viejos se diseminaron por las calles y la brisa del mar silbó a través de las ventanas desvencijadas.
Ahora, cincuenta años después, la isla sigue abandonada, como cuando Mitsubishi se fue, con la apariencia de un pequeño pueblo fantasma en medio del mar.
(Tomado del muro de Facebbok de panchito González)
