Por Nelson de la Rosa Rodríguez (Especial para El Vigía de Cuba)
Santo Domingo.- En 1967 las entonces muy populares “Hermanas Lennon” fueron invitadas a cantar el himno nacional de los Estados Unidos en la inauguración del All Star Game MLB, el 11 de Julio en estadio de Anaheim, sede de los Angelinos de California de la Liga Americana. Aquella vez los 46 mil 309 aficionados pagaron para ver en nueve entradas a los mejores peloteros del momento, y disfrutaron de 15 episodios.
En el partido de estrellas más largo de la historia por innings completados, el dominicano Juan Marichal y el cubano Tany Pérez, ambos defendiendo a la Liga Nacional, y exaltados más adelante al Hall de la Fama de Cooperstown, alcanzaron protagonismo. Marichal porque fue el abridor con labor de 3.0 entradas sin carreras, 1 solo hit y 3 ponches y “Tany” porque conectó el batazo decisivo.
Dick Allen, quien estuvo en el line-up titular como 3b (Tany era reserva), puso delante 1×0 a la Liga Nacional cuando, abriendo el segundo capítulo, le dio jonrón a Dean Chance.
Sin embargo, los locales empataron en la parte baja de la sexta entrada, cuando, después de 1 out, el relevista Ferguson Jenkins (quien ponchó a 9 en 3 capítulos), fue víctima de un cuadrangular a cargo de Brooks Robinson. Y así se mantuvo la pizarra hasta el inning 15.
En ese capítulo, el pitcher derecho Hunter Catfish, quien venía trabajando desde el undécimo, logró sacar el primer out sobre conexión a los jardines del boricua Orlando Cepeda y enfrentaba al cubano Tany Pérez, a quien ya había retirado por la vía de los strikes cerrando el inning 12.
Pero esa vez la historia escribió un capítulo diferente, pues el cubano, marcado con el número 24, le disparó un batazo que fue a parar más allá de la cerca entre left y center field, para poner delante a su equipo 2 carreras por 1. Esa mínima diferencia, los de la Americana no pudieron remontarla en su última oportunidad frente al luego HOF Tom Seaver, quien se anotó el salvamento y la Liga Nacional se llevó la victoria.
Para el avileño Atanasio “Tany” Pérez, seleccionado como el MVP del juego, esta fue apenas su primera participación en Juegos de Estrellas, pues luego fue escogido para otras 6 ediciones (1968, 1969, 1970, 1974, 1975 y 1976), siempre defendiendo a los Rojos de Cincinnati, equipo con el que salió Campeón de la Serie Mundial en 1975 y 1976.
Además de los ya mencionados Marichal, Cepeda y Tany Pérez, en aquel memorable juego la Liga Nacional incluyó en su roster al también cubano Mike Cuellar (2.0 0c, 1h y 2k), así como al boricua Roberto Clemente, para quien la jornada fue aciaga con 1 hit en 6 veces al bate, con 4 ponches.
En la nómina de la Liga Americana estuvieron el cubano Tony Oliva (6-2, 3k) y el panameño Rod Carew (3-0) quien se convirtió en el primer segunda base abriendo un juego, como novato.
En choque donde entre ambos cuerpos de lanzadores se propinaron 30 ponches y todas las carreras fueron por jonrones, Emmett Ashford se convirtió además en el primer árbitro afroamericano en trabajar en un Juego de Estrellas, cuando lo hizo en la línea del left field.
Ese de 1967, que duró tres horas y 41 minutos, es el Juego de Estrellas más largo en entradas jugadas, seguido del de 2008 cuando la Liga Americana dejó al campo a la Nacional 4 carreras por 3 en el Yankee Stadium, jugándose la parte baja del inning 15, pero con 2 outs en el pizarrón, luego de 4 horas y 50 minutos.