Por Oscar Fernández (Facebook)
La Habana.- Por segundo mes consecutivo el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que publica la Oficina Nacional de Estadísticas (ONEI), muestra un ligero freno en la dinámica del crecimiento de los precios. O sea, crece menos que lo que venía creciendo antes.
Para este cálculo la ONEI recolecta en más de ocho mil establecimientos distribuidos en 18 municipios de toda Cuba, los precios de 298 productos, que se supone representen el 90 por del consumo de los hogares.
Entre los productos que disminuyen su precio en julio están: espaguetis, aceite comestible y pollo.
El mes anterior, en junio, la ONEI había registrado una reducción en el precio del papel higiénico.
En abril ya había ocurrido algo similar con la cerveza. Y en marzo había experimentado un abaratamiento la malta.
Todos productos importados por actores no estatales.
¿A quiénes beneficia la reducción de estos precios? Sobra cualquier discusión.
Las medidas que funcionan hay que defenderlas. Lo que esté distorsionado, genere corrupción, o se realice a través de dudosos canales hay que corregirlo y formalizarlo, pero con la altísima sensibilidad y sentido común de no atentar contra la oferta, o estaremos echando leña a la inflación.
Aplicar las correcciones que mitiguen los efectos recesivos de la Resolución 111, y avanzar en otras medidas urgentes que inicien la recuperación, no debería postergarse.